México.- Tamaulipas registra una crisis de secuestros y desapariciones, lo que ha provocado el deslinde del Cártel de Golfo (CDG), quien incluso ha llegado a ofrecer una recompensas a quienes denuncien a los secuestradores.

Estadísticas oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública tamualipeca indican que durante 2014 se denunciaron 340 casos de secuestros, mientras el número de personas desaparecidas ronda los 5,300 de enero de 2007 a diciembre de 2017.

Organizaciones civiles como el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo consideran cifras más oscuras, hasta ocho mil desaparecidos.

Los principales perpetradores de dichos crímenes son las células de organizaciones criminales que quedaron sin liderazgo: Los Zetas y el Cártel del Golfo (CDG), quienes se debaten en una guerra por el control del noroeste de la entidad, lo que les condujo a un desgaste.

El desgaste y las detenciones derivaron en la ampliación del espectro delictivo, los narcos ahora se dedican a secuestrar, extorsionar y robar con los métodos y armamento que heredaron de los grandes cárteles.

De acuerdo con Proceso, los líderes de Los Zetas y el CDG iniciaron un debate para regresar a lo que denominan "vieja escuela" o el contrabando de droga hacia Estados Unidos sin agredir a la población local, incluso algunos capos dieron la orden de finalizar con las prácticas de robo, extorsión o secuestros que suponen un negocio muy rentable.

Dos fracciones mayoritarias del CDG, 'Los Ciclones' de Matamoros y 'Los Metros' de Reynosa, se deslindaron de los delitos e incluso en los últimos meses, colocaron narcomantas para invitar a la población a denunciar.

El estado cerró 2015 con cuatro casos de secuestro que implicaban a empresarios importantes de Matamoros; la investigación determinó que los detenidos estaban vinculados al CDG, pero éste se deslindó de ellos.