México.- El motivo que tuvo el gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, para mandarla a la cárcel hace 4 años, sigue siendo una interrogante para Gisela Peraza. 

Ayer, dejó el Cereso de Hermosillo tras ser acusada de robar unos 3 millones de pesos en la entonces casa del gobernador, y joyas con valor de más de 400 mil pesos. Ella fue la niñera de los hijos de Padrés. 

Luego de que cumplió su condena de poco más de 4 años, debía quedar en libertad el pasado 2 de junio, pero se le impidió su salida de último momento pues se argumentó ¡que en su celda le encontraron droga! 

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió en 2013 una recomendación dirigida al Gobierno de Sonora en la que señaló que Gisela Peraza sufrió tortura, detención y retención arbitraria, por parte de elementos de la administración de Guillermo Padrés y de la Policía Estatal Investigadora. 

Sobre su detención, Gisela no sabe por qué la acusaron de un robo tras nueve años de haber cuidado de sus hijos. 

?No sé qué pasó, no entiendo por qué. Sobretodo porque poco a poco fueron saliendo las cosas malas que hizo (el gobernador Guillermo Padrés), no sé por qué con ese coraje hacia mí, yo en ningún momento hablé mal de él?, dijo. 

De acuerdo con El Universal, la mujer, de 30 años de edad, imagina que Padrés llegó a sentir miedo de que la niñera de sus hijos pudiese hablar de él. 

A esa conclusión llegó después de que en cuatro ocasiones recibió la visita de abogados, aparentemente de parte del gobernador, quienes le ofrecieron el indulto a cambio de que se fuera a vivir a Mexicali, Baja California, en donde le pondrían vivienda, un empleo y dinero para subsistir. 

Afuera del penal ya la esperaban su madre, su hermana y sus sobrinas. 

A Gisela algo le hace sentir bien dentro de todo: que Padrés perdió en las elecciones del pasado domingo. 

?Sí me da gusto, yo tenía temor porque dije: si gana, me voy a quedar (en prisión)?, dijo.