Puebla, Pue.- El bloqueo a los transportistas, las amenazas a los maestros y el constante acoso al que son sometidos los presidentes municipales del PRI, han llevado a Blanca Alcalá a convocar a una resistencia civil pacífica para que el Gobierno del Estado saque las manos de esta elección.

Acusó un nuevo boicot al que fue sujeto su equipo y que obligó a cerrar su campaña en la capital, concretamente en la junta auxiliar de San Francisco Totimehuacán al impedir el uso del transporte, hecho similar al que se registró en Izúcar de Matamoros, donde solo pudo hacer uso de cuatro de las doce concesionarias que operan en este municipio.

Blanca Alcalá sostuvo que estos temas han sido recurrentes, por lo que decidió iniciar este movimiento de resistencia civil, así como demandar una mesa de diálogo, donde se exigirán las condiciones de seguridad.

Incluso, advirtió que no debe permitirse ni un atropello más en contra de los poblanos, de ahí la determinación de su partido de asumir medidas serias.

Sostuvo que se “mostrará el músculo” y entre las peticiones que plantearán, es que haya diputados y senadores en el Centro de Control, Cómputo y Comando del Centro Estatal de Seguridad Pública (C4), lugar desde donde se pretende manipular la elección, así como el Centro de Emergencia y Respuesta Inmediata (CERI).

Además manifestó que se están documentando los casos para presentar las denuncias correspondientes y aseguró que los números indican que su propuesta política va en ascenso, por lo que la demanda es clara, que el gobierno del estado “saque las manos” del proceso electoral.

Finalmente, acusó que desde el principio fue víctima de una campaña misógina y discriminatoria, como si el haber nacido en otro estado fuera un delito.