Puebla, Pue.- Los terceros molares o muelas de juicio, por falta de espacio o por falta de crecimiento de los maxilares no logran su posición adecuada y pueden provocar problemas desde simples hasta complejos; desviar los demás dientes y generar infecciones al grado de llegar a ser muy severas, aseguró René Rosales Reyna, cirujano maxilofacial del Hospital de Especialidades ?San José? del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla.

Se deben extraer siempre que den molestias, estén en mala posición, no encuentren espacio en la encía, su forma no sea la adecuada o estén dañando algunas otras estructuras molares cercanas. La primera acción es acudir con el estomatólogo en su Unidad de Medicina Familiar quién valorará la necesidad de realizar un procedimiento quirúrgico.

El fenómeno que se presenta en la actualidad sobre las muelas de juicio, se debe a que nuestra alimentación ha cambiado mucho, pues anteriormente se basaba en el consumo de fibras (frutas, verduras y cereales) y productos de consistencia sólida (carnes no muy cocidas), hoy los alimentos son muy blandos, al no generar estímulo en los maxilares ocasiona la reducción de su tamaño y la falta de espacio disponible para la correcta erupción de los terceros molares.

Precisó que de las 32 piezas que integran nuestra dentadura, los terceros molares son los últimos en brotar, esto debe ocurrir entre los 18 y 21 años de edad si vienen en buena posición, de lo contrario comenzarán a ocasionar molestias que generalmente llevan al afectado a solicitar atención médica.

La erupción de estos molares, añadió, invariablemente ocasionan dolor e inflamación pero cuando no encuentran sitio dónde brotar estas incomodidades se incrementan, dando lugar a que el paciente evite el cepillado en esta zona; esto puede propiciar una infección por falta de aseo.

En la Unidad de Medicina Familiar, el especialista debe controlar la inflamación y la infección y derivar al paciente a rayos ?X? para que se tomen placas radiográficas a fin de conocer la posición precisa de la muela, si se corrobora que está mal posicionada hay que extraerla mediante cirugía.

En ocasiones poco frecuentes los terceros molares pueden ser de origen  infeccioso o bien  la causa de quistes o tumores que ameritan un tratamiento quirúrgico más extenso por parte del cirujano maxilofacial.