México.- Momentos de miedo y angustia vivieron los dos elementos de la Policía Federal que fueron retenidos el lunes en Oaxaca, en el marco de las protestas en contra de la Reforma Educativa.

En entrevista con Ciro Gómez Leyva, en Radio Fórmula, uno de los dos agentes, cuya identidad fue reservada por la corporación, se dijo consciente de que las agresiones de las que fueron objeto no fueron a manera personal.

Asimismo, señaló que ni él ni su compañero alcanzaron a ver que quienes los retuvieron estuvieran armados; “únicamente traían hondas”.

También aclaró que no les quitaron identificaciones, sólo sus teléfonos móviles.

"Está uno consciente que esto no es personal, es parte del trabajo que desempeña uno y todo tranquilo", dijo el uniformado al cuestionarle sobre su sentir hacia la gente que los detuvo y agredió.

Dijo que "en algún momento hubo golpes con la mano en la espalda" y la mayoría de las agresiones fueron verbales: "mentadas de madre, insultos y ese tipo de situaciones".

Corran, antes de que los quememos

El policía federal relató que la detención ocurrió alrededor de las 09:30 horas, "esto derivado del servicio que estábamos haciendo. Teníamos instrucción de salir, puesto que ya urgía abastecer el cuartel de agua potable".

Señaló que antes de la detención lograron librar algunos bloqueos, pero en uno, un grupo de personas impidieron el paso de la pipa, utilizando una camioneta para bloquear el camino. "En ese momento, igual, se junta más gente y nos rodean por completo; tanto en los extremos como en el frente", señaló.

Contó que minutos después, los obligaron a subir la pipa a la banqueta, les quitaron las llaves y los teléfonos celulares. Fue a las 15:00 horas cuando los bajaron de la unidad. Además de las agresiones verbales, "se escuchó una voz que nos dijo: tienen cinco minutos para bajarse y echarse a correr, antes de que los quememos".

Pensaron que los habían liberado, "pero no fue así. Una vez que nos bajamos de la unidad, nos empieza a rodear una multitud de personas con el rostro cubierto", y en ese momento iniciaron las agresiones verbales.

Entonces les quitaron sus botas y les colocaron una manta que no alcanzaron a leer.

(En la manta se leía "piensa patria querida que un maestro en cada hijo te dio").

Nuestros mandos ya negociaban nuestra liberación

Abundó que tras más de media hora que los tuvieron de rodillas, una persona se acercó, tomó las botas y las aventó.

Posteriormente, los volvieron a subir a la pipa, donde permanecieron hasta poco antes de las 22:00 horas.

Entonces, "ya teníamos el informe de que ya nuestros mandos estaban negociando nuestra liberación". Al lugar llegó una persona que dijo ser de Derechos Humanos.

En tanto, “se escuchaban voces que pedían que nos mataran, que nos quemaran; que hicieran con nosotros lo que quisieran".

Minutos después, pudieron bajar de la pipa y escapar corriendo por un terreno baldío que estaba cerca.

Tras permanecer escondidos, "personal que habían enviado nuestros mandos, fueron por nosotros".

El uniformado dijo que no tiene lesiones serias, ni en los pies, a pesar de haber corrido aproximadamente dos kilómetros descalzo, igual que su compañero.

Asimismo, indicó que ya se presentó una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR).