México.- Algo está pasando en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey que la actitud de sus estudiantes dista mucho de las facultades éticas que un proceso de formación superior debería incluir.

Animales lanzados al vacío como entretenimiento, ocupar de manera prepotente un lugar designado para personas con discapacidad y comentarios clasistas, son algunas de las actitudes exhibidas en menos de una semana por alumnos de esa casa de estudios.

Hace unos días acaparó la atención de los usuarios de redes sociales un video en el que un grupo de alumnos maltrató a unos patos pues pretendían “salvarlos” arrojándolos al vacío. Su actitud parecía más cercana a la burla contra los animales que a una preocupación por su seguridad.

Un estudiante identificado como Javier Alejandro Vázquez Velázquez estacionó su vehículo en un lugar exclusivo para personas con discapacidad. Una mujer tomó fotografías y le reclamó retirarse de ese lugar; en respuesta el estudiante sacó su credencial y le dijo:

Sobre este caso el Tecnológico de Monterrey rechazó el hecho y señaló que la actitud del estudiante “no representa un comportamiento acorde con los valores del Tec”.

Finalmente tenemos el caso de una joven que cree que por el solo hecho de ser egresada del Tec de Monterrey su salario debe ser cuantitativamente superior al de estudiantes de la Universidad Autónoma de Nuevo León y la Universidad Regiomontana.

El desafortunado comentario podría tratarse de una broma o una opinión a favor de la concentración de la riqueza en manos de unos pocos.