Ciudad de México.- Los comentarios en las redes sociales que justifican e incluso festejan la muerte de 49 personas en el penal de Topo Chico dan cuenta de que la sociedad mexicana ha interiorizado la violencia desde la infancia, indicó el sociólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Alan Jiménez.

De acuerdo con el especialista crecer bajo el esquema de “te pego porque te quiero” ha provocado que un sector de la población entienda que la violencia es normal e incluso celebre la muerte de alguien más cuando ocurre con saña.

Al referirse al tema, el activista Daniel Gershenson, resaltó que los usuarios de las redes no deberían caer en esta “barbarie verbal” que podría instar a una limpieza social.

Debemos tenemos mucho cuidado, porque estos comentarios pueden abonar para generar limpieza social, además de que se convierte en un discurso generalizador que no matiza y no distingue entre posibles presos que podrían ser inocentes”, señalo.

En ello coincidió el defensor de los derechos humanos, Jesús Robles Maloof quien añadió que estos mensajes, tienen que ver no sólo con expresiones negativas sino con campañas emprendidas para acallar voces disidentes.

Por su parte, el sociólogo Alan Jiménez resaltó que la idea de erradicar a los delincuentes mediante la pena de muerte o el asesinato como proponen o celebran los usuarios de las redes no son funcionales toda vez que evitan atender el origen del conflicto.

En su turno Daniel Gershenson apunto que premisas como esa, no le hacen bien a una sociedad que se encuentra acosada por todos lados, resulta necesario, dijo, ser más empáticos.

En opinión de el sociólogo, Alan Jiménez temas como este tienen que ser analizados desde una perspectiva amplia, pues el motín que derivo en la muerte de los reos, da cuenta de un estado fallido, que no garantiza derechos y que en momentos podría ser comparado con las acciones realizadas por las dictaduras en América Latina, pues existen desaparecidos y asesinatos que permanecen impunes.

Añadió que es necesario reconstruir tejido social, desde círculos pequeños para generar un cambio social, pues el Estado no ha generado acciones propicias para ello.

“Me parece que tenemos que dar la respuesta como vecinos, como sociedad civil, desde la base y desde abajo, porque desde los espacios educativos o las instancias gubernamentales no será posible”, concluyó.