México.- El gobernador Graco Ramírez y el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, tuvieron que terminar de golpe su participación en un evento para conmemorar el aniversario luctuoso de Emiliano Zapata en la ex hacienda de Chinameca, ante la irrupción de cientos de campesinos que se oponen a que el agua del río Cuautla sea utilizada para el Proyecto Integral Morelos. Ni tiempo hubo para depositar la ofrenda floral y hacer la guardia de honor frente a la estatua ecuestre donde cayó El Caudillo del Sur el 10 de abril de 1919.

Los invitados al acto oficial debieron pasar por cuatro filtros de policías antimotines del mando único y vallas metálicas con las cuales trataron de impedir el ingreso de los campesinos y jóvenes inconformes con el Proyecto Integral Morelos, que consiste en la construcción de un gasoducto, un acueducto y dos termoeléctricas.

Sin embargo, muchos campesinos, entre ellos Jorge Zapata González, nieto del revolucionario, ingresaron antes de que se instalaran los puestos de control. En cuanto empezaron a gritar consignas contra el proyecto hidráulico, fueron encapsulados por policías vestidos de civil y uniformados para alejarlos del templete. El gobernador del estado declaró al respecto que "En el tema del agua andan mentirosamente propagando que vamos a dañar el río Cuautla y sus aguas; eso es una mentira".

Más adelante, durante el discurso del secretario de Comunicaciones y Transportes, un manifestante logró subir al escenario, pero fue retirado por la fuerza por miembros de seguridad. Poco después de ello, y al considerar que no existían condiciones para continuar con el acto, ambos funcionarios abandonaron el lugar a bordo de un helicóptero.

Con información de La Jornada