México.- Florencio Salazar Adame, quien hoy es Secretario de Gobierno de Guerrero y fuera embajador de México en Colombia amenazó al periodista Sergio Ocampo Arista por haber advertido que previo al ataque a policías comunitarios en Tixtla, el gobierno había retirado los retenes en los accesos de la ciudad.

El funcionario irrumpió en plena transmisión la mañana del viernes en la cabina de radio universidad, con guardaespaldas para tomar los micrófonos y advertir al conductor del programa de noticias que lanzaba una crítica al gobierno de Héctor Astudillo.

Sergio había relacionado el retiro de retenes y el asesinato de 4 policías comunitarios y que tal vez se trataba de una estrategia de contrainsurgencia que el funcionario había aprendido en su estancia en Colombia.

El periodista ha dado cobertura a varias manifestaciones sociales y las diversas represiones por parte del gobierno guerrerense en contra de la ciudadanía y otros problemas de carácter social, y hoy corresponsal de La Jornada.

En la cabina, Salazar Adame encaró a Ocampo Arista para “responsabilizarlo” por cualquier cosa que le pueda pasar por los comentarios que había hecho ante cientos de ciudadanos que escuchan su programa.

Con voz fuerte el funcionario acusó al periodista de poner en riesgo su familia, “ Quienes te escuchan hablar con esa irresponsabilidad, piensan que yo estoy atrás de que se cometan actos sangrientos contra grupos que independientemente puedan o no violar la Ley, debieran en todo caso ser sometidos a la justicia”.

Más tarde, Salazar reiteró lo dicho a través de un comunicado, y se enfocó en advertir  una y otra vez que hacía responsable al reportero de lo que le pase a él o a su familia, insinuando que por sus comentarios podría haber un ataque ciudadano en su contra.

Y aprovechó para decirle que los funcionarios de este gobierno no están acostumbrados a la crítica porque están acostumbrados a comprar periódicos y programas de radio, y por tanto no permitían que la prensa libre lanzara comentarios críticos con argumentos como éste caso de Tixtla y el de Chilapa donde fueron ejecutadas varias indígenas y, tampoco intervino ningún cuerpo de seguridad.

Por su parte Ocampo, ha sido reconocido por la comunidad por su forma de hacer periodismo y por no estar cooptado por el gobierno, además de recibir dinero de sectores políticos para modificar las notas periodísticas o comentarios en radio.

Con información de Agencia Periodística de Investigación