México.- Al menos 15 policías comunitarios que fueron desarmados por el Ejército este jueves, amanecieron calcinados en el punto conocido como 'Ojo de Agua', cerca de la comunidad de 'El Naranjo' en el municipio de Leonardo Bravo.

De acuerdo con los reportes, los comunitarios fueron emboscados por el crimen organizado, luego del desarme, lo que ocasionó la retención de cientos de militares en la Sierra de Guerrero.

La Agencia de Investigación Periodística reporta que se trataría de 150 efectivos militares que fueron retenidos por los pobladores en la comunidad de Carrizal, cuando regresaban con las armas que habían incautado a los 60 policías ciudadanos de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).

Habitantes de la comunidad de 'El Naranjo' esperaban el arribo de elementos de la Marina Armada de México la mañana del miércoles, pues se creía que estaban sitiados por un grupo armado liderado por la familia Villalobos, quienes serían los responsables del asesinato de los 15 comunitarios tras un enfrentamiento que se prolongó por cuatro horas.

A las 15 horas del jueves, llegó un convoy de policías militares que intentaron detener a los comunitarios, sin embargo, los pobladores lo evitaron e incluso, lograron ahuyentar a los oficiales. A las 17 horas, el grupo de sicarios que los atacó durante la mañana, regresó y emboscó a pobladores y comunitarios, asesinando a 15 de los últimos.

Los pobladores de Carrizal retuvieron a los militares al conocer que en el poblado de 'El Naranjo', que se ubica a 40 minutos del primero, los sicarios habían emboscado a los comunitarios que fueron desarmados por los militares. Uno de los militares recibió la llamada de un presunto sicario que le narró que en 'Ojo de Agua' le habían dejado "un regalo", el cual consideran los pobladores que se trata de los 15 cadáveres incinerados de los comunitarios.

En la retención participaron alrededor de mil pobladores de al menos siete comunidades, entre las que se encuentran El Ranchito, Los Morros, Jaleaca, Izotepec, Filo de Caballos, así como otros pueblos de los municipios de Heliodoro Castillo y Leonardo Bravo, narra el medio independiente El Pueblo.

Los pobladores reclamaron a los soldados haber abandonado a los comunitarios ejecutados, quienes se internaron en el bosque.