La Paz, BCS.-  Mientras la escasez de agua es evidente en la ciudad, un par de ciudadanos descubrieron que el 90 por ciento del agua del acuífero 0325 de La Paz, que se ubica en el área conocida como El Coyote, está concesionado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) al megaproyecto turístico inmobiliario El Coyote Baja Resort SA de CV.

El 10 por ciento restante, aseguraron David Moyrón y Juan Luis Rojas, se divide entre 39 personas y negocios, es decir, que de los 5 millones 235 mil 240 metros cúbicos, 4 millones 730 mil 400 metros cúbicos son para uso de la empresa.

“Llegar a estos extremos de monopolio del agua en tierras desérticas es un verdadero crimen contra los ciudadanos que sufren por la carencia del líquido, el que desconocemos por qué razón ha sido impunemente monopolizado”, expresó Moyrón.

El Coyote Baja Resort SA de CV impulsó el “Fraccionamiento Residencial Turístico Maravia”, el cual, recibió una autorización condicionada de la primera fase. Después solicitó permiso para una desaladora, un campo de golf y una segunda fase de construcción.

“El presente proyecto consiste en un desarrollo de un Fraccionamiento Residencial Turístico con un enfoque integrador ya que incorpora, resalta y respeta los elementos más relevantes del paisaje en el área, expresa la manifestación de impacto ambiental presentada a la Delegación de Semarnat en agosto de 2007.

Ese mismo año, unos meses antes, La Jornada publicó la nota "Avala gobierno de BCS invasión de playa El Coyote".

“Copropietarios de terrenos de la playa El Coyote, ubicada en el norte de la ciudad, denunciaron al grupo Coyote Baja Resorts (propiedad del estadounidense Raymond Novelli) de invadir predios que no son de su propiedad para construir un complejo turístico residencial con el aval de las autoridades estatales y municipales (del PRD)”, expresaba la entrada del texto.

Pese a esto, la empresa vendió 133 lotes que pertenecían a la familia Cota Rochín de las más de mil 750 hectáreas que el estadounidense se quedó con la mayoría para su bosquejo de proyecto que se encuentra a medio construir actualmente.

“Si nuestras autoridades, estatales y municipales, tuvieran vergüenza, inmediatamente exigirían que dichas concesiones fueran canceladas y que los volúmenes de agua disponibles pasaran al uso de los habitantes de la comunidad paceña, en lugar de arrebatarles el agua a los legítimos beneficiarios del acuífero El Carrizal, el que va que vuela para convertirse en un acuífero agotado a partir de los 2.22 millones de metros cúbicos que actualmente tiene de agua disponible”, añade David.