Los presidentes de México y Singapur anunciaron este viernes que promoverán la ratificación del Acuerdo Transpacífico de Libre Comercio (TPP) firmado con 11 países de la región de Asia-Pacífico.

Se acordó "impulsar el diálogo político entre los dos países, promover una relación cercana entre el sudeste asiático y América Latina y el Caribe, fortalecer nuestros vínculos económicos y promover la ratificación del TPP", dijo el presidente Enrique Peña Nieto, quien recibió a su par Tony Tan Keng Yam para una visita oficial, la primera de un jefe de Estado singapurense a América Latina.

Ese acuerdo de libre comercio da "un marco relevante para poder ampliar, acrecentar e intensificar la relación comercial entre los países miembros", subrayó Peña Nieto, al alabar "el liderazgo que tuvo Singapur al concebir el TPP, como uno de sus cuatro países fundadores".

Por su parte, Tan aseguró que las reformas estructurales aprobadas en los últimos años en México "crearon más oportunidades para el comercio y la inversión, y la ratificación del TPP incrementará esas oportunidades”.

En contexto 

Singapur es el tercer inversionista en México entre los países de Asia-Pacífico y el 18° a nivel mundial.

Entre enero de 1999 y diciembre de 2015, empresas con capital singapurense realizaron inversiones en México por más de 1.600 millones de dólares en los sectores energético, electrónico, construcción y hotelero.

Sellado en octubre y firmado a principios de febrero, después de cinco años de negociaciones, el ambicioso acuerdo del TTP eliminará tarifas y barreras comerciales entre 12 países que mueven el 40% de la economía mundial y creará la mayor zona de libre comercio del mundo.

El acuerdo, firmado por Australia, Brunei, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam apunta en buena medida a contrabalancear la creciente influencia comercial de China en el mundo, y debe aún ser ratificado por los Congresos de los 12 países signatarios.

Sin embargo, el acuerdo es ampliamente criticado por grupos civiles que cuestionan la "opacidad" de las negociaciones y denuncian perjuicios para la agricultura y el ambiente en beneficio de las empresas multinacionales.

Con información de AFP