Croacia.- "Fidel fue mi segundo papá, después de la muerte de mi viejo, es el dolor más fuerte que sentí", señaló el Argentino en entrevista.

Maradona conoció personalmente a Fidel en 1987 y desde entonces se vieron innumerables veces dentro de la isla, sellándose su amistad varios años después. 

Fidel ayudó a Diego de una manera que el astro jamás olvidó, cuando lo albergó en una de las principales clínicas de la isla, La Pradera, para rehabilitarse. En el año 2000, Maradona estuvo muy cerca de la muerte luego de años de excesos. 

"Fueron cuatro años los que viví en Cuba y la pasé muy bien. Cuba me abrió las puertas cuando me las cerró mi país con muchas clínicas que no me aceptaban. Fidel me abrió las puertas de Cuba y gracias a dios hoy estoy pleno, bien, me levanto todos los días, la enfermedad quedó atrás”. 

“En mucho, las gracias las tiene Fidel por hablarme, por explicarme las cosas malas que hacía la droga, las cosas malas que estaba haciendo yo. Y yo le hice mucho caso y me fue muy bien", señaló el exjugador de 56 años de edad. 

Sobre Fidel, de quién señaló que "lo llevo en la piel, tatuado, y en el corazón", Maradona señaló en 2014, un año después de verse por última vez en persona: “Fidel, si algo he aprendido contigo a lo largo de años de sincera y hermosa amistad, es que la lealtad no tiene precio”.

Maradona recordó que en alguna ocasión enseñó al Comandante a patear penales dentro de una habitación.

“¿Se entiende? ¡Yo pateándole un penal a Fidel Castro! ¡Es muy loco!", recordó el ídolo argentino alguna vez.