Estados Unidos.- Una Hillary Clinton a favor de los banqueros y ya lejos de sus orígenes clasemedieros es algo de lo que puede leerse en los fragmentos de sus charlas privadas frente a banqueros reveladas hace unas horas por el portal WikiLeaks, liderado por Julian Assange.

Clinton, tras dejar su puesto como Secretaria de Estado en el 2013, ingresó a una lucrativa carrera como oradora en instituciones bancarias, de inversiones y otras instituciones bancarias. Por cada una de estas pláticas, la aspirante presidencial demócrata cobra, al menos, 225 mil dólares (4 millones de pesos).

Pese a su supuesta oposición al Acuerdo Transpacífico (TPP), encabezado por el presidente saliente Barack Obama, Clinton sostuvo una posición muy diferente hace unos cuantos años, durante una charla con el Banco Itaú.

“Mi sueño es un mercado común hemisférico, con libre comercio y fronteras abiertas (...) hay mucho que podemos hacer, existe mucha ‘fruta al alcance’ pero los negocios de ambos lados deben hacerlo una prioridad”, señaló la ex senadora.

Sobre las instituciones financieras, responsables en gran medida de la crisis financiera que devastó a occidente en el 2008, Hillary señaló que “la gente que conoce la industria mejor que nadie es la gente que trabaja en la misma”, comentario que seguramente habría causado polémica entre personas como su adversario en las elecciones primarias, Bernie Sanders.

Clinton señaló que ya no está cercana a las vicisitudes de los ciudadanos de clase media y baja de Estados Unidos, ya que desde hace años “he vivido en las fortunas que mi marido y yo disfrutamos, pero no lo he olvidado”, refiríendose a su juventud como miembro de la clase media norteamericana.