México.- Autoridades de Nicaragua aseguraron este lunes haber liberado a los seis ambientalistas extranjeros de la organización civil Caravana Mesoamericana del Buen Vivir, de los cuales cuatro son mexicanos, cuya detención el pasado sábado causó un desencuentro diplomático entre México y aquel país.

El pasado sábado se reportó la desaparición de la argentina Ana Laura Rodríguez, de 27 años; el costarricense Byron Reyes Ortiz, de 28 años; el hispano-mexicano Daniel Espinoza Giménez, de 25 años y, al parecer, sobrino del actor Daniel Giménez Cacho; y los mexicanos Salvador Tenorio Pérez, Emmanuel de la Liz Ruiz y Eugenio Pacceli Chávez, estos tres últimos de 25 años de edad. De acuerdo con testimonios, todos ellos quedaron bajo arresto en el sur del país luego de que ocurriera una explosión cuando impartían un taller de fabricación de hornos artesanales.

La Policía Nacional alegó que los detenidos manejaban explosivos y los detuvo por poner en un peligro innecesario a las personas que tomaban el taller, pero tras investigar a fondo la fiscal aceptó que la explosión se debió a barriles con residuos de combustible.

Tras días de incertidumbre sobre su paradero, este lunes la fiscal auxiliar Guiselle Borge señaló que el Ministerio Público no ejercerá acción penal contra los detenidos, y en las próximas horas serán entregados a las representaciones diplomáticas de sus países de origen o deportados.

Además, Borge matizó los hechos y aseguró que los jóvenes “fueron puestos a la orden de Migración y que tuvieron un proceso de investigación en estado de libertad”, pero nunca estuvieron detenidos.

La detención de los cuatro jóvenes mexicanos impulsó a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) a emitir una alerta de viaje a Nicaragua por “el clima político” que se vive en la nación, donde se celebrarán elecciones en noviembre próximo. Hace unos días, otro mexicano, estudiante de ingeniería, quedó bajo arresto en el país cuando abandonó sus prácticas profesionales, por lo que fue acusado de simular su secuestro. Tras 12 días, apareció con huellas de tortura y las autoridades determinaron deportarlo, no sin antes imponerle una multa económica.

Con información de La Jornada