México.- El cantante estadounidense Prince murió por consumir un fármaco que habría sido fabricado por cárteles mexicanos de la droga, aseguraron este jueves agentes de la DEA.

El músico fue encontrado muerto el pasado 21 de abril en su casa-estudio de Minneapolis, y días más tarde se pudo determinar que la causa de su muerte fue el consumo de fentanyl, un opiáceo sintético 100 veces más poderoso que la morfina, que se utiliza para calmar el dolor de pacientes con enfermedades terminales.

Si bien el fármaco está aprobado para uso médico, se recomienda supervisión especial durante el tratamiento, debido a que es altamente adictivo.

De acuerdo con fuentes de la DEA consultados por el diario The New York Times, los cárteles mexicanos han descubierto el potencial de esta droga y han empezado a desarrollarla para el mercado negro. Prueba de ello, aseguran, es que no se había visto un número igual de muertes relacionadas a este fármaco desde 2006, cuando una investigación federal descubrió que casi todas ellas estaban vinculadas a un laboratorio clandestino en el país.

“Se trata de la nueva gran migración en el negocio de las drogas, hablando de las ganancias para los cárteles”, explicó un oficial de la dependencia estadounidense. “Esta droga muestra el genio que tienen los cárteles para comercializar sus productos”.

Debido a que no se ha podido determinar si la droga que mató al cantante provino de una receta legalmente expedida, todo hace pensar a las autoridades que la consiguió en el mercado negro, donde los mexicanos dominan.