Brasil.- El escándalo de corrupción que ha envuelto en las últimas semanas al expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, ha dividido al pueblo brasileño.

De un lado, están quienes ven en Lula una figura ejemplar en el ámbito político. El líder del Partido de los Trabajadores posicionó durante su gobierno a Brasil como una de las economías más estables no sólo de Latinoamérica sino como referente de crecimiento y desarrollo para los gobiernos del mundo. 

No obstante están quienes lo señalan a él y su discípula y hoy actual presidenta, Dilma Rousseff por enriquecerse con las grandes ganancias que dejaron varios contratos de la petrolera estatal Petrobras. 

Ante esto, Lula ha dejado por sentado en muchas ocasiones su inocencia y de hecho su enojo al ver que el pueblo que otrora lo apoyó ahora pone en duda su proyecto de transparencia. 

No son ni "la mitad de honestos" dijo Lula este miércoles ante quienes lo señalan e insistió que ayudará a Rousseff en su gobierno. 

"Si alguno de ellos fuera la mitad de honesto que yo, desisto de la vida política", dijo el exmandatario (2003-2010) en un encuentro nacional de sindicalistas en Sao Paulo, donde fue recibido con el grito: "¡Lula, guerrero del pueblo brasileño!".

"Se equivocan los que piensan que estoy en contra de la lucha contra la corrupción. Si no, no hubiera creado condiciones para la Policía Federal”, concluyó. 

Con información de AFP