Estados Unidos.- El Papa Francisco pidió a los legisladores y al pueblo de Estados Unidos dar un trato digno a los inmigrantes que llegan a ese país y evitar perjuicios o acciones en contra de quienes buscan mejores oportunidades para sus familias. 

Francisco arribó esta mañana al Congreso de Estados Unidos, en Washington DC, para ofrecer un mensaje donde abordó temas como el fundamentalismo religioso, el pasado histórico de Estados Unidos, el cambio climático y su postura respecto al fenómeno de inmigración. 

Desde la tribuna de la sede legislativa, Francisco inició su discurso reconociendo a EU como "la tierra de los libres y la casa de los valientes", lo que desató de inmediato una ovación de pie tanto de representantes del Partido Republicano como del Partido Demócrata. 

El Papa aseguró que su intervención de este jueves era un diálogo abierto con todo el pueblo de Estados Unidos.

Tras recordar el valor de los congresistas como representantes de los ciudadanos, Francisco hizo alusión a estounidenses emblemáticos como Abraham Lincoln, Martin Luther King, la periodista Dorothy Day y el místico católico Thomas Merton.

Hacia la mitad de su posicionamiento, el Sumo Pontífice habló de la crisis migratoria mundial, por la situación de refugiados en Europa y la inmigración en el Continente Americano hacia los Estados Unidos. 

"En siglos recientes, millones de personas vinieron a esta tierra para perseguir su sueño de construir un futuro en libertad. Nosotros, la gente de este continente, no lo tenemos miedo a los extranjeros, porque alguna vez nosotros fuimos extranjeros también", dijo Francisco. 

"Les hablo como un hijo de inmigrantes, con conocimiento de que muchos de ustedes descienden de inmigrantes", agregó el Obispo de Roma. 

Como una misión de fraternidad, el Papa argentino hizo votos por escuchar y conocer las historias de las personas que llegan a Estados Unidos antes de afrontarlos.

"Miles de personas están viajando al norte en este contienente, en la búsqueda de una mejor vida para ellos y sus familias. No debemos dejarnos llevar por el número, sino distinguirlos como personas, ver sus rostros, escuchar sus historias y responder de la mejor forma que podamos a su condición", señaló Francisco. 

En medio de un proceso electoral local que definirá a los candidatos presidenciales para el 2016, y que actualmente encabeza Donald Trump con una postura abiertamente antiinmigrante, Francisco pidió a los estadounidenses recordar un proverbio clásico que llama a un trato justo y digno para todos.

"Debemos evitar una tentación común en estos días: desechar lo que nos resulte incómodo. Hay que recordar la Regla Dorada: trata a otros como quisieras que te trataran a ti. Si queremos seguridad, demos seguridad, si queremos vida, demos vida, si queremos oportunidades, demos las condiciones necesarias para que otros accedan a ellas", señaló el representante de El Vaticano. 

En otros lapsos de su discurso, el Papa reiteró su posición en favor de políticas que enfrenten el cambio climático y consideró que "sí se puede hacer una diferencia" con decisiones de líderes mundiales. 

Además, externó su preocupación por conflictos armados alrededor del mundo y dijo que la religión está separada de cualquier fundamentalismo que atente contra otros. 

"Nuestro mundo es un lugar en el que se van sumando hechos violentos, enfrentamientos y atrocidades, que se cometen en el nombre de Dios y de la religión. Sabemos que la religión no es inmune de formas de alucinación individual o extrememismo ideológico. Eso quiere decir que debemos poner atención especial a cualquier tipo de fundamentalismo, sea religioso o de cualquier otro tipo".