París.- En Francia no se andan con medias tintas si de respetar las leyes se trata. 

Y en este tenor, el Tribunal Administrativo de la noroeste ciudad de Rennes, ordenó el retiro de una estatua del Papa Juan Pablo II de una plaza pública, porque violaba las leyes francesas sobre laicismo. 

De acuerdo con la Corte, la estatua que se erigió en una plaza de la población de Ploermel en 2006 "por su disposición y dimensiones presenta un carácter ostentatorio" propio de la religión católica, lo que contraviene las leyes francesas. 

En particular, infringe las disposiciones de la Constitución y de la ley de 1905 que estableció la separación de la Iglesia del Estado francés. 

Por ello "necesariamente el monumento dedicado al Papa Juan Pablo II debe ser retirado de su emplazamiento actual", señaló el tribunal en su sentencia. 

La Corte estimó que la estatua en sí no es contraria a la ley pero sí su emplazamiento sobre un arco coronado por una gran cruz cristiana de ocho metros de altura. 

La denuncia había sido presentada por la Federación para el libre pensamiento, una agrupación laica firme defensora de la ley de 1905.