México.- Sólo la Unión Europea, México, Noruega, Suiza y Estados Unidos han revelado sus objetivos de reducción de gases de efecto invernadero para después de 2020. A sólo ocho meses de la conferencia sobre el clima de París, la mayoría de los grandes contaminadores aún no ha dado ese paso.

Inicialmente, todos los países "dispuestos a hacerlo" tenían que presentar antes del 31 de marzo sus "contribuciones nacionales" al objetivo mundial de limitar el calentamiento del planeta a 2°C con respecto a la era preindustrial. El termómetro mundial subió ya  0,8°C.

México fue el primer país emergente que anunció sus objetivos, un paso saludado por Washington y París: pico de emisiones en 2026, reducción en 22% de gases metano, bióxido de carbono, fluorocarbonado y óxido nitroso para 2030, revisable en alza en función del apoyo internacional; además, México se comprometió a reducir en 51 por ciento emisiones de partículas negras de hollín, cuyo potencial de calentamiento global en el corto plazo puede ser hasta tres mil 200 veces superior al bióxido de carbono.

Todo lo anterior implica que México debe desacoplar su crecimiento económico de la emisión de contaminantes de efecto invernadero. Bajo estas consideraciones, se estima que México alcanzará un pico máximo de emisiones de gases de efecto invernadero en 2026, buscando así la descarbonización de su economía.

Los anuncios de grandes emisores como China, Australia, Japón y Rusia, son esperados de aquí a junio, mes que habrá una nueva ronda oficial de negociaciones intermedias en Bonn (1 a 11 de junio).