A pesar de que la epidemia de Ébola que asola el África Occidental es una prioridad para la Organización Mundial de la Salud debido a la magnitud del brote actual que habría iniciado en diciembre de 2013, después de la muerte de un pequeño de 2 años, quien fue identificado como el "paciente cero".

1. Fiebre hemorrágica de Marburgo

El virus más letal del mundo es el Marburg, similar al virus del Ébola, está considerado uno de los agentes patógenos más agresivos para los seres humanos.

El primer brote identificado fue en la ciudad alemana de Marburg en 1967 mientras científicos de un laboratorio trabajaban con cultivos celulares de los riñones de simios verdes ugandeses, que estaban infectados por el virus, el número de contagiados fue de 37, de los cuales fallecieron 7.

El virus ocasiona un dolor de cabeza agudo y malestar general en el cuerpo, además de hemorragias severas en distintas partes del cuerpo. La tasa de mortalidad va del 25 al 80 por ciento.

El peor brote fue en 2004 en Angola, donde de los 374 infectados fallecieron 329.

2. Virus del Ébola

El actual brote ha infectado a cerca de 2 mil personas, con una tasa de mortalidad que ronda el 90 por ciento, el epicentro de la epidemia se desarrolló en la capital de Guinea, Conakry, de donde se expandió a Liberia y Sierra Leona.

Similar al virus de Marburg, ocasiona hemorragias en el cuerpo, además igual que el primero, no dispone de una vacuna o tratamiento específico para su combate, sin embargo, algunos tratamiento experimentales que no habían sido aprobados en humanos, podrían generar respuestas inmunes.

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3. Virus Hanta o Hantaan

Este virus al igual que los dos anteriores se contrae por zoonosis, es decir que los animales pueden contagiar a los humanos, en este caso son los roedores, a través de excrementos y orina.

El virus provoca un tipo de fiebre hemorrágica viral, la fiebre hemorrágica con síndrome renal (FHSR); o el síndrome pulmonar por hantavirus (SPHV), afecta pulmones y corazón, entre los síntomas se encuentran los dolores de cabeza, dolores musculares y fiebre, y al igual que los dos anteriores no existe tratamiento ni vacuna específica.

El nombre proviene del río Hantan, al norte de las ciudades de Dongducheon y Paju en Corea del Sur, cuando fue aislado en 1976.

4. Gripe aviar

La influenza aviar afecta principalmente a las aves, sin embargo, estas pueden contagiar el ser humano, el cerdo y el gato doméstico.

Las variedades de virus A(H5N1) y A(H7N9) puede ocasionar infecciones humanas severas, de hecho, la mayoría de los casos de infección humana se relacionan con el contacto directo o indirecto con aves de corral infectadas, vivas o muertas.

El subtipo A(H5N1) infectó por vez primera al ser humano en 1997 en Hong Kong, mientras en marzo de 2013, el subtipo A(H7N9) infectóa tres personas, dos residentes de Shangai y uno de la provincia de Anhui, todos los casos han sido reportados en China.

Los síntomas son fiebre alta, superior a 38 grados, además de diarrea, vómitos, dolor abdominal, dolor torácico, y sangrado por la nariz o encías, así como ronquera y producción de esputo, a veces sanguinolento.

El tratamiento se basa en antivíricos, en particular el oseltamivir, el cual reduce la duración de la fase de replicación del virus y mejorar las perspectivas de supervivencia.

Ambos suptipos tienen un alto potencial pandémico.

5. Fiebre de Lassa

El primer caso reportado de infección en humanos fue el de una enfermera nigeriana y fue descubierto en 1950, sin embargo, el virus se logró aislar hasta 1969.

La enfermedad es endémica de roedores de África Occidental, por ende los países más afectados son Guinea, Liberia y Sierra Leona, el contagio se da por el contacto directo con enseres domésticos contaminados por excremento de ratón de Benin.

La enfermedad es progresiva e inicia con fiebre, vómitos y dolor retroesternal, además se observa conjuntivitis, edema periorbitario e inflamación del cuello, en algunos casos sordera y en situaciones graves shock, hemorragia, derrame pleural y edema cerebal.

Los investigadores consideran que 15 por ciento de los roedores de la zona son portadores de la enfermedad y que podría presentarse un nuevo brote.

6. Fiebre hemorrágica argentina

Esta enfermedad también es ocasionada por contagio de animales a humanos, a través del roedor del maíz, el cual porta el virus Junín, debido a la ciudad donde se descubrió, con una tasa de mortalidad de entre 20 y 30 por ciento en los casos.

Afecta principalmente al sistema vascular, neurológico e inmunitario, entre los síntomas se hallan la conjuntivitis, hemorragias en la piel, conocidas como púrpura, petequia o sepsis, que es la respuesta del sistema inmunológico frente a infecciones graves.

El virus se identificó en 1958 y su distribución geográfica quedó confinada a la región central de Argentina.

El tratamiento es una transfusión de plasma inmune, el cual proviene de pacientes que se han recuperado de la enfermedad.

7. Fiebre hemorrágica de Crimea-Congo

La tasa de mortalidad ronda el 40 por ciento, se transmite al ser humano a través de garrapatas del género Hyalomma y del ganado, además entre humanos puede transmitirse por contacto con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de los infectados.

El virus es endémico de África, los Balcanes, Oriente Medio y Asia en los países que se ubican por debajo de los 50o de latitud norte, límite geográfico de la garrapata que anida en animales como ovejas, vacas y cabras, además de las avestruces.

Las principales víctimas son las personas relacionadas con la industria ganadera, trabajadores agrícolas, trabajadores de mataderos y veterinarios.

Los síntomas incluyen fiebre, dolor muscular, mareo, dolor y rigidez de cuello, lumbago, dolor de cabeza, irritación de ojos e hipersensibilidad a la luz, además de náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y dolor de garganta, seguidos de bruscos cambios de humor y confusión.

Otros signos son taquicardia, inflamación de los ganglios linfáticos y erupción por hemorragia cutánea en mucosas internas, por ejemplo en boca, garganta, y piel.

El tratamiento se basa en el antiviral ribavirina para tratar la infección.

8. Virus Machupo o fiebre hemorrágica boliviana

Conocido como tifus negro y con una tasa de mortalidad de 5 a 30 por ciento, fue identificado en 1959.

Entre sus síntomas se encuentra la fiebre, malestar, jaqueca y dolor en músculos y articulaciones, petequia y sangrado en nariz, además de flemas, lo que deriva en un fase hemorrágica.

Nuevamente, los roedores son el vector de propagación de la enfermedad, en este caso la laucha campestre, endémica de Bolivia, animal que a través del excremento contagia a los humanos.

El tratamiento se basa en el desarrollo de una vacuna para el virus genéticamente vinculado Junín, que muestra evidencia de reactividad cruzada al virus Machupo y puede ser una efectiva profilaxis para las poblaciones en alto riesgo de infección.

9. Enfermedad de Kyasanur

Fiebre hemorrágica viral endémica del sur de Asia, el primer brote se presentó en Karnataka, India en 1957 donde infectó a varios monos, por lo cual se conoce como enfermedad de los monos.

Entre los síntomas se encuentran la fiebre alta, dolor de cabeza, hemorragias nasales y de garganta, así como intestinales, además de vómito. Su tasa de morbilidad es del 10 por ciento y se considera que los reservorios naturales son ratas, aves y erizos.

Aunque no hay tratamientos específicos, la vacunación se emplea como profilaxis, además de controles de garrapata y mosquito.

10. Fiebre del dengue

Ocasionada por cuatro virus emparentados, se transmite mediante la picadura del mosquito Aedes aegypti, que se encuentra en regiones tropicales y subtropicales como el archipiélago de Indonesia, Centro y Sudamérica, el sudeste asiático, África subsahariana y algunas zonas caribeñas.

A pesar de estar emparentada con la fiebre del dengue hemorrágico, son dos enfermedades distintas, la segunda con síntomas más graves.

El cuadro incluye fatiga, dolor de cabeza, especialmente detrás de los ojos, dolor en articulaciones y músculos, naúseas, infalamación de ganglios linfáticos, vómitos, tos, dolor de garganta y congestión nasal.

No dispone de un tratamiento específico, la fiebre del dengue no se considera mortal, pero cada año afecta a entre 50 y 100 millones de personas en destinos turísticos.