Una enorme explosión por una fuga de gas sacudió el sábado la refinería más grande de Venezuela y causó la muerte de 26 personas, y lesiones a 86, en el desastre más mortífero de que se tenga memoria en el fundamental sector petrolero del país.

El presidente Hugo Chávez lamentó lo sucedido, dijo que ordenó una exhaustiva investigación y dispuso tres días de duelo nacional.

Varias lenguas de fuego surgieron de la refinería Amuay, una de las mayores del mundo, según se ve en un video colocado en internet por personas que estaban cerca de allí en ese momento.

Al menos 26 personas murieron, de los cuales 17 formaban parte de la guarnición de la Guardia Nacional emplazada en la refinería, dijo el vicepresidente Elías Jaua en declaraciones televisadas luego de viajar a la zona. Entre los muertos figura un niño de 10 años.

Jaua ratificó que la situación está controlada y agregó que los cuerpos de seguridad "continúan en la búsqueda de más afectados por esta situación".

"Es muy lamentable, muy doloroso", dijo Chávez y anunció al país que acordó tres días de duelo nacional en memoria de los fallidos y afectados.

En declaraciones difundidas por la televisora estatal, Chávez expresó que ordenó una investigación exhaustiva para determinar las causas del accidente y llamó a los venezolanos a estar "alerta y en calma".

"Debemos sobreponernos a esta tragedia", dijo el mandatario al reconocer que la rápida acción de las autoridades evitó que expandiera el incendio en las instalaciones petroleras.

La ministra de Salud, Eugenia Sader, declaró a la televisora estatal que unas 86 personas resultaron heridas en el siniestro, de las cuales 77 ya fueron dadas de alta por presentar lesiones leves.

"Estaba frente a la computadora, y en ese momento vibró toda la casa como si fuese un temblor... las ventanas salieron volando con todo y marco", dijo Yolimar Romero, una comerciante de 34 años al recordar los momentos de angustia que vivió pasada la 1:00 de la mañana cuando se registró la explosión en Amuay, a escasas tres cuadras de su vivienda en la localidad noroccidental de Punto Fijo.

"Cuando todo pasó quedamos a oscuras porque se fue la luz. Yo agarré mi Blackberry y encendí la linterna. Cuando encendí mi Blackberry todo lo que vi fue humo en la casa", expresó Romero al relatar que su primera reacción tras recuperarse de la conmoción de la onda expansiva de la explosión fue salir a buscar a sus tres hijos y su esposo y abandonar su vivienda rápidamente.

La comerciante dijo a la AP, en conversación telefónica, que al salir de su casa los alrededores estaban cubiertos por una nube de polvo y un asfixiante olor a gas que generó más nerviosismo entre los habitantes de la zona que desesperados se montaron en sus vehículos para huir lo más rápido posible del lugar, lo que causó un fuerte colapso en las vías.

Romero precisó que un destacamento de la Guardia Nacional, donde había más de 20 casas, y las demás edificaciones y comercios próximos al lugar de la explosión quedaron reducidos a "escombros", y las vías llenas de aceite, polvo, amasijos de metales y algunos cadáveres de perros y gatos que murieron quemados.

"Eso arrasó con todo... tengo amigos fallecidos que lamentablemente estaban cerca", dijo conmovida la comerciante.

"Estoy traumatizado del susto... con ganas de vomitar todavía", afirmó el médico jubilado José Camacho, de 81 años, al reconocer que tras varias horas del accidente no ha logrado recuperarse del temor que sintió luego de la explosión.

Camacho, quien habita en la urbanización de Judibana cercana a la refinería, relató a la AP que sintió la explosión cuando en medio de la noche la ventana de madera de su cuarto se desprendió por completo y cayó al suelo generando un fuerte ruido.

"La explosión fue terrible. Inmediatamente me bajé de la cama y me fui a la casa de mi hijo que queda a cinco cuadras", comentó el médico jubilado tras reconocer que luego de 42 años de vivir en las proximidades de la refinería nunca había enfrentado una situación de esas dimensiones.

La explosión ocurrió poco después de la 1:00 de la madrugada (0530 GMT) del sábado en el Complejo Refinador de Paraguaná (CRP), del cual forma parte de la refinería de Amuay, cuando una fuga de gas creó una nube que estalló, señaló el ministro en declaraciones a la televisión.

"Tuvimos una fuga de gas, que vamos a determinar su origen. Ese gas generó una nube que luego explotó y ha provocado incendios en al menos dos tanques de la refinería y en las áreas circundantes", agregó.

"La onda explosiva fue de una magnitud importante, de manera que hay daños apreciables a alguna infraestructura y viviendas que estaban frente a la refinería", indicó el ministro de Petróleo, Rafael Ramírez.

Poco después el ministro informó que se logró extinguir el fuego en uno de los depósitos de combustible de la refinería donde se generó uno de los mayores incendios, y que las humaredas que aún se observan en el CRP tienen que ver con "reservas de hidrocarburos que están atrapadas dentro de las tuberías".

"El fuego de las tuberías está controlado", agregó.

Ramírez, que también funge como presidente de la estatal Petróleos de Venezuela, PDVSA, comentó que trabajadores de la petrolera y tropas de la Fuerza Armada se encuentran en el proceso de revisión e inspección, así como de identificación y traslado de las personas heridas a los centros de salud.

Iván Freites, operador de refinación de Amuay con 29 años de servicio, dijo a la AP que trabajadores de la refinería habían alertado a las autoridades varias veces durante los últimos meses sobre la posibilidad de un accidente de gran magnitud.

"Es la primera vez que vemos algo así en Venezuela, y no es casual porque hemos estado quejándose de los problemas y riesgos, incluyendo incendios, tuberías rotas y falta de repuestos", señaló el dirigente sindical en una entrevista telefónica desde una zona ubicada a unos cuatro kilómetros de la refinería.

"Nosotros alertamos que algo iba a pasar: un evento catastrófico", indicó Freites, quien también se desempeña como el secretario general del Sindicato Unico de Trabajadores Petroleros del estado occidental de Falcón.

"El incendio continua igual", informó el sindicalista. Agregó que estima que las llamas del incendio llegan a una altura de al menos 15 metros.

"Se evacuaron las áreas que se tenían que evacuar, pero ya la situación, según me están diciendo los técnicos que están dentro de la refinería, está controlada", dijo Stella Lugo, la gobernadora del estado de Falcón, en declaraciones a la estatal Agencia Venezolana de Noticias.

"Por supuesto hay todavía un fuego muy alto, pero es porque están consumiéndose los hidrocarburos que ahí se encuentran. No hay riesgo, según me dicen los técnicos, de que se produzca otra explosión", añadió Lugo.

El vicepresidente Jaua dijo en su cuenta en la red social Twitter que la Fuerza Armada se desplegó en la zona y que se enviaron aeroambulancias para transportar a los heridos. El ministro de Defensa viaja rumbo a la refinería junto con Ramírez y otros funcionarios, agregó el vicepresidente.

Dentro del CRP funcionan las refinerías de Cardón, Amuay y Bajo Grande. Se procesan diariamente unos 900.000 barriles de crudo y 200.000 barriles de gasolina, entre otros derivados del petróleo.

Venezuela es uno de los principales exportadores de crudo del mundo con una generación cercana a los tres millones de barriles por día, según estimados del gobierno. Algunas firmas independientes sostienen que el país produce cerca de 2,4 millones de barriles diarios.

El ministro Ramírez anunció que Venezuela tiene suficientes inventarios de combustible para garantizar el abasto interno.

"Estamos en capacidad de reiniciar operaciones en un máximo de dos días. Tenemos suficiente almacenamiento de hidrocarburos en todo el país y nuestra producción al máximo para prever cualquier situación que se produzca en nuestro mercado interno, de manera tal que en ese sentido no tendremos mayores afectaciones", dijo Ramírez.

Un funcionario de PDVSA, que habló en condición de anonimato porque no está autorizado para declarar, dijo a la AP que el Complejo Refinador de Paraguaná dispone de suficientes depósitos de combustible para atender los requerimientos de los clientes locales e internacionales.

El ministro informó que tras la explosión se realizó una "parada programada" de las principales plantas del centro de refinación mientras se produce la contingencia y aseguró que Amuay está en capacidad de reiniciar operaciones en un máximo de dos días.