En 2006, llegó la última entrega de Final Fantasy para el PS2 fue Final Fantasy XII, título que marca oficialmente la era de Square-Enix al frente de la franquicia; lametablemente, a pesar de sus varias aportaciones, ha pasado a ser la entrega olvidada por el público, siendo únicamente mencionada y recordad por especialistas, así como fans de hueso colorado. 

La razón puede ser que Final Fantasy XII trató de romper cono la mitología pre-establecida por Squaresoft, desde su sistema de juego, hasta su historia fueron sentidos como algo ajeno a este universo. Vayamos por partes; el juego mantuvo a los enemigos en los escenario, desechando las batallas al azar, combinando esto con el ATB, por lo que los enemigos atacaban sin descanso; aún más, dado que estos se mueven constantemente, una batalla individual se podía volver una campal de un momento a otro, complicando las cosas incluso para los veteranos de la saga.

Para equilibrar un poco las cosas, siendo que en este contexto sería muy difícil manejar a tres personajes a la vez, se incluyeron los Gambits, una serie de comandos pre-determinados que los personajes seguirían cada que sucediera una situación específica; así ellos podían atacar cuando vieran a un monstruos, curar si el HP bajaba hasta la mitad, lanzar magia si encontraban enemigos voladores o revivir a un compañero caído, todo en automático, sin que el jugador hiciera algo más que equipar los Gambits antes de salir a campo abierto. Si lo tuyo no era dejar que la maquina hiciera todo, podías desactivar estos comandos y hacer todo de la manera tradicional, pues había la posibilidad de pausar el tiempo para elegir la acción a seguir; pero como mencionamos, la misma estructura del juego hacía que revivir el sistema antiguo de Final Fantasy fuera por demás engorroso para el usuario.

Otra adición fueron las Licencias. Cada personaje tenía un cuadro de licencias donde, al juntar ciertos puntos, podía adquirir mejoras, como aumentos a su HP, mejor defensa, la posibilidad de hacer magia o "Quickenings", los límites de esta versión; incluso equipar armas, armaduras y accesorios requería el "permiso" de este tablero. En realidad, fuera de los Quickenings, no había diferencia entre las licencias de los personajes, al final, todos podía equipar y hacer lo mismo, ya era decisión del jugador si quería que todos los héroes fueran uno y lo mismo, o tuvieran ciertas diferenciaciones (Vaan como guerrero con armas a dos manos, Balthier como caballero usando escudos y espadas, y Fran atacando a distancia con arco y flecha, por ejemplo); algo muy parecido a lo que veíamos en Final Fantasy II.

En cuanto a la estructura de los escenarios, se volvió a usar la combinación secuencial y de calabozos de Final Fantasy IX, aunque aquí los espacios abiertos o transitorios dejaron de ser planos, como había sucedido hasta ese momento; aquí todo tenía forma de mazmorra, con diversas áreas para explorar y niveles por los cuales era necesario pasar para ir de un lugar a otro, esto como una manera de romper la linealidad de la décima entrega y regresar ese sentido de aventura de las primeras nueves partes.

Todo esto enclavado en el mundo de Ivalice, clásico de otros juegos de la compañía, como Vagrant Story y Final Fantasy Tactics. El cual, repetía la conformación cultural iniciada en el X, aunque esta más centrada en lo político que en las manifestaciones religiosas y dogmáticas presentadas en antaño.

Es ese ambiente político el que nos da el tema central de Final Fantasy XII: la libertad. Claro, como es un recurrente en la saga, no se está hablando sólo en un sentido, sino en la conjunción total del concepto; ya sea como libertad de elegir nuestro propio camino, la libertad después de un encierro injusto, la libertad de los dolores del pasado o la libertad de un pueblo ante un régimen opresor; cada personaje de nuestro equipo representa algo de eso.

Ahora bien, decimos que es el Final Fantasy olvidado porque fue duramente criticado por el público en general, aquél que tiene entre los mejores de la saga a las entregas lanzadas entre el VI y el X. El sistema Gambits, fue atacado por reducir todo el gameplay a su mínima expresión, donde el jugador, si era hábil con el equipo de comandos, prácticamente no hacía nada en todo el juego; el modificar elementos como las invocaciones tampoco fue muy bien recibido, pues se sentía que no se estaba dentro del mundo de Final Fantasy como tal, que era una negación a todo lo construido; las Licencias tampoco agradaron, el hecho de tener que pedir permiso, incluso para usar un sombrero, hacía que el desarrollo resultará muy tedioso para algunos, más aún cuando uno daba cuenta que primero se tenía que conseguir dinero para comprar un item, que no podría usar hasta tener activado el cuadro de licencia; el dinero también fue un problema, los enemigos no soltaban los giles como sucedía en antaño, en su lugar debíamos de vender los objetos que nos daban, nada del otro mundo de no ser porque todo era excesivamente caro en el juego, esto provocó que incluso se tachara a Final Fantasy XII de capitalista en un sentido peyorativo; por último, la trama basada en cuestiones políticas de Imperios y naciones, así como la solemnidad de los personajes, también fue señalado como un error. En sí, Final Fantasy XII no es catalogado como malo per se, sólo de muy aburrido.

Curiosidades: fue el primer Final Fantasy en tener problemas fuertes con su equipo de desarrollo, su director, Yasumi Matsuno, fue sacado del proyecto a la mitad por problemas de salud, esto provocó que se retrasara en un par de ocasiones; por lo mismo, tardó 5 años en ser lanzado, rompiendo la tradición de máximo 3 años; si se examina bien la trama y los eventos del juego, se puede ver que toma inspiración de la primer película de Star Wars; existe confusión con el rol protagónico, si bien todo lo vemos desde la perspectiva de Vaan, en realidad este es un mero espectador de los eventos importantes, los verdaderos protagonistas son Ashe y Balthier; aunque contó con un tema musical principal, este no fue tan promocionado y celebrado como los anteriores; a pesar de desarrollarse en el mundo de Ivalice, Square ha mencionado que no hay una relación directa con Vagrant Story, ni Final Fantasy Tactics.