Si algo ha quedado claro con los últimos lanzamientos de Square-Enix, es que la desarrolladora no tiene miedo a experimentar con sus franquicias icónicas; primero nos dieron un muy buen simulador de construcción con Dragon Quest Builders y ahora entregan un RPG donde la colección de monstruos es el pilar; así es, nos referimos al spin-off más tierno (y divertido) que hayamos visto hasta el momento, World of Final Fantasy.

Aquí veremos la historia de los gemelos Reynn y Lann, quienes emprenden una aventura en el mundo de Grymoire, con el fin de indagar en su pasado y recuperar la memoria; al mismo tiempo que se ven envueltos en la lucha en contra del ejército de Bahamut.  Si bien la historia es sencilla, lo interesante es la manera en que está estructurado el universo del título, pues es una fusión de conceptos, lugares, escenas, tramas, personajes y monstruos, aquí llamados Mirages y que son la piedra de toque de todo el sistema de batalla.

Como tal, los gemelos no tiene ninguna capacidad combativa especial (aunque gracias a unos objetos llamados Mirajewels, podrás equipar algunos conjuros y acciones especiales para ellos); para poder sobrevivir a su aventura necesitarán capturar y entrenar a los Mirages que encuentren a su paso, esto lo logran al debilitarlos en pelea, para después encerrarlos en los “Prism”. Una vez hecho esto,  podrás utilizarlos como parte de tu equipo, ya sea como agentes individuales o haciendo uso del “Stack”, que no es otra cosa que apilar a los personajes para combinar su fuerza y habilidad (eso sí, debes de estar muy al pendiente de las características de cada uno, pues también se sumarán las debilidades). Para poder establecer un stack como tal deberás de tener integrantes de diversas tallas, en total hay tres de estas (small, médium y large), un conjunto completo contiene a uno de los protagonistas y una criatura de diferente tamaño; hay que mencionar que los hermanos tendrán dos estaturas diferentes, la normal y la chibi, con lo que en total podrás armar dos stacks diferentes con cada uno de ellos. Como te imaginarás, no todas las criaturas estarán a tu disposición en todo momento, sólo podrás llevar contigo un número limitado de prism.

Ahora bien, el sistema de combate se basa en los JRPG clásicos; aliados y enemigos tomarán turnos para atacarse, desplegándose un menú con las distintas acciones que se pueden realizar, desde el ataque básico, hasta la combinación con los movimientos característicos de las criaturas (como el Diamond Dust de Shiva); esto se puede hacer mediante la pantalla de atajos que se muestra default, o pasando a una más parecida a la de la saga principal. Cada que salgas victorioso de una batalla, recibirás ítems, dinero y experiencia para subir de nivel. Lo importante es que no sólo los gemelos recibirán puntos de experiencia, también los Mirages, lo cual asegura que se fortalecerán con el tiempo; además ganarán SP, que sirve para desarrollar nuevas habilidades ofensivas, de status o contextuales; sin mencionar que en un momento se podrán “transfigurar” que no es otra cosa que evolucionar a una bestia más poderosa (ejemplo; el Babybehemot podrá cambiar en un Behemot).

Muy bien, muchos monstruos; pero ¿Dónde quedan los guerreros de los distintos Final Fantasy? Si bien estos tendrán presencia en la historia del juego, no se unirán a ti como tal; en su lugar servirán de invocaciones, para poder obtenerlas tendrás que ir a la Habitación del Té, para cambiar un objeto llamado Arma Gem, por Rikku, Squall, Cloud y demás.

Donde el juego flaquea un poco es el diseño de niveles. Este es demasiado lineal y simplificado; aunque hay áreas ocultas o que se abren posteriormente, en realidad no hay mucho que explorar, algo que puede molestar a los fans de la saga, acostumbrados a perderse en ciudades completas o en el mapa mundial de las diversas entregas; asimismo, el control en esos lugares es un tanto torpe, incluso podemos decir que hasta lento, algo un tanto extraño para el género.

Por otra parte, si eres de los que se preocupan por el aspecto visual o sonoro; Square-Enix entrega un juego sólido en ese rubro. Los escenarios y personajes están muy bien detallados, incluso en su versión “mini”, entregando un aspecto por demás adorable que agradará hasta a los más fieles seguidores de la saga. Asimismo, el audio está totalmente optimizado y cuenta con detalles únicos que harán la delicia de varios, como el contar con las voces originales de los personajes (de FF X en adelante), tanto en japonés como en inglés, así como melodías clásicas de los títulos.

A pesar de ser por demás singular y tener una apariencia desenfadad, World of Final Fantasy es un RPG robusto que agradará a los interesados en el género; además de ser una golosina para los fans de Final Fantasy. No será el XV, pero es un gran aperitivo para la épica que viviremos en unas cuantas semanas.