Como muchos habrán escuchado en algún momento, investigadores, astrónomos y comunidad científica en general, se refieren a los satélites naturales de los planetas como "Lunas"; con el fin de diferenciarlos del resto de los cuerpos celestes. Pero, ¿te has preguntado el por qué de esto?

Bueno la razón es por demás autoevidente, aunque tiene su historia. Originalmente "Luna", más que ser un calificativo, era el nombre con el que se conocía al astro que ilumina las noches terrestres; mismo que le fue puesto desde la época de la Grecia arcaica, su raíz proviene del vocablo leukós que quiere decir "blanco brillante".

Con el paso de los años, el avance tecnológico y la investigación espacial; el ser humano dio cuenta de que existían otros cuerpos que orbitan alrededor de distintos planetas, dadas las características de estos y su similitud con nuestro satélite, se decidió hacer la transformación de la palabra para identificar a los nuevos cuerpos.

Como curiosidad, a pesar de la cercanía y que ya hubo una misión tripulada; nuestra Luna sigue siendo un gran misterio para los interesados en la exploración espacial, de hecho, ni siquiera se sabe bien cómo es que se formó y/o llegó hasta el lugar que ocupa desde hace millones de años. Asimismo, ha servido de inspiración en múltiples obras de ficción, además de ser considerada como una deidad por casi todas las religiones de la antiguedad.

Con información de Live Science.