Cuando pensamos en los movimientos de un caballero de la Edad Media, se nos viene a la mente un sujeto enfundado en una pesada armadura con un desenvolvimiento contextual pesado e incluso errático; sin embargo, eso no es del todo cierto.

Investigadores de la Universidad de Ginebra, Suiza, realizaron un estudio donde demostraron que los caballeros tenían una gran fluidez al momento de pelear o realizar alguna otra actividad con su armadura. Para llegar a esta conclusión, algunos voluntarios se pusieron uno de estos trajes de 30 kilos de peso y realizaron una sesión de entrenamiento parecida a la del caballero Juan le Maingre.

Como puedes ver, en realidad no hay mucho problema para moverse portando una armadura (después de que el cuerpo se haya acostumbrado a ella); el problema en realidad era que su uso resultaba agotador para las personas, con lo que su resistencia física bajaba considerablemente.

Con información de Gizmodo.