Miembros del Museo Municipal Punta Hermengo de Miramar, Argentina, descubrieron un yacimiento con huellas prehistóricas de 100 mil años de antigüedad.

Este yacimiento destaca de otros no sólo por lo rico en restos óseos de enormes criaturas prehistóricas, también por contener huellas o pisadas de enormes y pequeños animales que habitaron esa zona durante el Pleistoceno tardío, hace unos 100 mil años antes del presente. Entre ellas, las de un gran tigre dientes de sable, siendo la primera vez que se localizan este tipo de muestras.

Junto a estas se encontraron huellas de Rheidae, un ave de gran tamaño y corredora, que llegaba a una altura de 1,50 metros. También se recuperaron icnitas de un enorme roedor Hidrochoeridae que podrían llegar hasta 1,30 metros de largo y pesar 65 kg. También se registraron huellas con tres dedos, compatible con un Macraucheniidae.

En cuanto a las huellas del tigre; el análisis arrojó que se trataba de un Smilodon populator, al cual bautizaron como “Smilodonichnium”, especie que superaba el peso y tamaño de un león actual; sin embargo, sus proporciones corporales diferían de las de cualquier félido moderno. Sus extremidades eran más cortas y robustas, su cuello proporcionalmente más largo, y el lomo más corto. La extraordinaria peligrosidad de este félido se debía al gran desarrollo de la parte anterior de su cuerpo y al tamaño asombroso de sus caninos superiores, que llegaban a sobresalir más de quince centímetros.

Las observaciones geológicas para poder interpretar en que circunstancias un grupo de animales dejaron sus huellas y como estas se preservaron en ese ambiente, estuvo a cargo del Dr. Cristian Favier Dubois de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires. El investigador pudo determinar que las huellas de aves y mamíferos aquí recuperados fueron creadas en sedimentos que pertenecían a las orillas de un antiguo pantano o de áreas inundadas, de poca y pobre profundidad, alimentado por un arroyo.

El sitio de hallazgo fue bautizado como “punta verde” y se encuentra ubicado dentro del sitio paleontológico mundialmente conocido como “Punta Hermengo”, estudiado desde principios del siglo XX por el mismo sabio Florentino Ameghino y explorado por numerosos científicos durante décadas.

Este descubrimiento fue presentado a la comunidad científica, técnicos y aficionados durante las XXX Jornadas Argentinas de Paleontología de Vertebrados en la ciudad de Buenos Aires, que reúne especialistas de todo el mundo, como Brasil, Uruguay, Suiza, Estados Unidos, Bolivia, Paraguay y China.