William Gadoury de 15 años localizó una ciudad maya observando las constelaciones, tras formular una hipótesis que decía que los antiguos habitantes se basan en éstas para construir sus ciudades.

El adolescente canadiense que es un aficionado de la civilización maya, empezó su indagatoria cuestionándose porque los mayas construían sus ciudades lejos de los ríos y en terrenos poco fértiles en la mitad de las montañas.

Gadoury decidió probar su hipótesis empleando el Códice Tro-Cortesiano o Códice de Madrid, así como Google Maps, dándose cuenta de que las 22 constelaciones descritas en el códice coincidían con la ubicación de 117 ciudades mayas.

El chico también se percató de que cuanto más brillante era una estrella en la constelación, más grande e importante era la ciudad que le representaba.

Con estas conclusiones descubrió que la constelación número 23 no correspondía a ninguna ciudad maya o que ésta, no había sido descubierta, por lo tanto, si sus observaciones son correctas, debería existir una ciudad desconocida en la Península de Yucatán.

William llegó hasta las agencias espaciales con la idea, mismas que a través de imágenes satelitales comprobaron la existencia de indicios de una ciudad en la zona.

El profesor de la Universidad de Nouveau-Brunswick, Armand LaRocque, indicó que se distinguen "formas geométricas, cuadradas y rectangulares" en las imágenes que es difícil creer se deban a fenómenos naturales.

The Canadian Space Agency had the pleasure of welcoming a very special guest at lunchtime today! William Gadoury, a...Posted by Canadian Space Agency on Thursday, November 13, 2014

El chico bautizó a la ciudad con la palabra maya k'aak' chi' o 'boca de fuego', mientras espera con ansias participar en la expedición arqueológica que se enviará para explorar la ciudad.

Los expertos han puesto en duda los presuntos hallazgos aportados por Gadoury.

Por ejemplo, el Doctor Christopher Markus Gotz, responsable del Laboratorio de Zooarqueología de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán, indica que la teoría de que los mayas construían sus centros poblacionales con base en las estrellas es errónea, puesto que se basaban en factores como fuentes de agua, materias primas y disponibilidad de suelo utilizable para el cultivo.

Aunque Markus Gotz no descarta la posibilidad de la existencia de ciudades prehispánicas escondidas en la selva, así como que por aplicar en el sitio un patrón, pueda encontrarse alguna.

Rafael Cobos Palma, miembro del Sistema Nacional de Investigadores y doctor en Antropología por la Universidad de Tulane, asegura que el chico oriundo de Quebec debe ir al campo a comprobar su hallazgo.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia descartó la teoría del adolescente, quien asegura que el área total estaría entre los 80 y los 20 kilómetros cuadrados y podría disponer de una pirámide de 86 metros, así como 30 estructuras, lo que podría ubicarla como la cuarta ciudad maya más importante.

Con información de Sputniknews y Verne