La cultura sexual japonesa se destaca por tener una fuerte tendencia a admirar las formas juveniles, casi infantiles (sobretodo en las mujeres); parte de eso se debe a su fisonomía que se caracteriza por tener un remarcado aspecto "añiñado" no importando el paso del tiempo. Por ello, no es de extrañar que fuera uno de los pocos países que no tenía una ley como tal en contra de la pornografía infantil.

En principio, la legislación japonesa permitía tener e incluso compartir contenidos de esta índole, mas no producirlos; ahora, se penará con un año de cárcel o multas de un millón de yenes (más de 100 mil pesos) a quien posea imágenes o videos que involucren a menores de edad en situaciones sexuales. Sin embargo, eso no aplica para todos los medios.

Dicha ley no toca a ninguna de las obras de anime o manga enmarcadas en el género "Lolicon", el cual, precisamente, presenta (en su mayoría) a féminas púberes o pre-púberes en historias con una carga sexual alta. 

Lo anterior ha desatado la polémica en el país asiático; legisladores como Masatada Tsuchiya (miembro del Partido Liberal Democrático) y Sadakazu Tanigaki (Ministro de Justicia), han expresado su descontento por no tener un amplio rango legislativo, pues se debería luchar contra la cosificación de los niños en forma de fantasías sexuales, pues consideran que en los medios anteriormente citados se muestran escenas que son indefendibles.

Mientras, la Asociación de Editores de Revistas de Japón, se ha pronunciado en contra de una posible aplicación a las obras de ficción secuenciales o animadas, argumentado que eso iría en contra de la libertad de expresión y limitaría a los artistas. 

¿Qué dicen los fans del anime y manga al respecto? Para varios de ellos la ley debe de quedarse como está: que se castigue la posesión y producción de pornografía infantil; pero que no se de un "baneo" al Lolicon, pues este no hace ningún daño al ser una representación ficticia, no real; es decir, no se está violentando la voluntad de ningún ser humano, ya que los personajes ahí presentado no tienen una existencia real.

El tema está sobre la mesa y habrá que ver cómo se desarrolla en el futuro próximo.

Con información de ABC.