Mientras unos planean convertir platillos convencionales en espeluznantes para estos días, existe un chef que desde 1890 creó tal vez uno que hasta la fecha, es considerado el más sanguinario, gore e impactante de todo el mundo. Su nombre es  Fredéric Delair, un cocinero que trabajaba para el restaurante La Tour d’Argent , el más antiguo de Francia mismo que abrió sus puertas en 1582.

La idea de Delair era demostrarle al comensal, que al invertir en un pato o en un cerdo, éste se aprovechaba en totalidad, por lo que creó el “Canard a la presse”, traducido en español como pato prensado. Y sí, así como lo indica el nombre, este platillo se ha convertido en uno de los más emblemáticos de la cocina francesa aunque claro, hay que aceptar que por muy rico que sea, realmente es un tipo de tortura animal que a cualquiera le revolvería el estómago.

Seguramente te preguntarás dónde está lo polémico del platillo. Pues bien, el toque final de este manjar se hace frente al comensal con una escena similar a las que puedes ver en la película Hostal  (donde los millonarios pagan por matar turistas como diversión). Imagina que frente a ti, tienes una mesa de lujo con unos instrumentos macabros; ahora bien, llega el chef y comienza a llenar un recipiente de plata con sangre y vísceras provenientes de un pato joven y bien cebado…

El pato, se mata sin ser desangrado para evitar que sus fluidos se desperdicien, luego se desmenuza el hígado y se dora la carne ligeramente, para después quitar las pechugas  e introducir la carcasa del pato en la prensa.  Tú con mucha hambre, eres testigo de tal suceso y con atención escuchas el tronar de los huesitos al momento de que la prensa gira y tritura hasta el tuétano del ave.

Conforme la prensa hace su trabajo, los fluidos se vierten en el recipiente de plata que a su vez es calentado en baño maría para hacer una reducción, la cual servirá como fondo de la salsa que se aromatiza con cognac, vino de madeira y pimienta…

Y ya para terminar y llevarlo directo a tu paladar, las pechugas se bañan con la sangrienta salsa mientras tu platillo se complementa con papas fritas. ¡Voilá!