Seguro lo has visto en anaqueles, aparadores, Instagram y en el cuerpo de otras mujeres. El bralette se ve adorable, sus diseños son atractivos pero seguro te has preguntado: ¿es para mi?
Esta prenda ya ha sido bautizada como la reina de la lencería y se ha sugerido que podría sustituir al tradicional sostén, sujetador, brasiere o como estés acostumbrada a llamar a esa otra prenda que casi siempre buscamos ocultar y al finalizar el día deseamos no volver a ver.
El bralette se presenta como una alternativa cómoda, bonita y combinable pues la idea es no tener que ocultarla sino lucirla como un accesorio más.
Y esa es su principal ventaja: desearás combinarlo y que sea el principal atractivo de tu outfit. Luce genial con blusas o vestidos con escotes profundos, sea en la parte delantera o en la espalda.
Sus diseños, siempre y cuando los combines bien, abonan a la percepción de la feminidad, la elegancia y la delicadez. Pero al usarlo debes considerar que la prenda deja de ser “interior” y se convierte en el eje de tu combinación.
Para algunas mujeres sí podría convertirse en el sustituto perfecto del sujetador pues su diseño está hecho para aquellas con pechos firmes o no muy grandes, pues carece de aros.
Probablemente las mujeres con pechos medianos o grandes tendrán que probar si algún diseño les favorece y les hace sentir cómodas. O bien, optar por el sujetador tradicional.
Con información de Wapa y Estar Guapa