México.- Lena Söderberg fue la musa que inspiró lo que hoy conocemos como fotografía digital. Sin pensarlo, la también conejita que presidió la edición de la revista playboy en 1972, sirvió como modelo para el ensayo-error de las múltiples pruebas que los fotógrafos de la época llevaron a cabo para lograr configurar los algoritmos de compresión de la imagen. 

Lo que referencia la historia es que en 1973, el Signal and Image Processing Institute de la Universidad de California de Sur, llevaba a cabo trabajos pioneros en el campo del procesamiento de imágenes digitales gracias a la financiación de la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados, el organismo que luego se convertiría en DARPA.

Estos investigadores buscaban nuevos algoritmos de compresión y usaban para sus pruebas cualquier imagen que pudieran escanear en el momento. Pero en una de esas búsquedas se toparon con la fotografía de Lena en Playboy, la cual concibieron ideal para sus ensayos.

Desde entonces, Lena es el ícono con el cual se referencia a los primeros trabajos y de hecho hasta nuestros días, los avances de la fotografía digital. 

No obstante el empleo sistemático de Lena para tal fin ha generado debates en el mundo académico especialmente, pues unos ven en la foto de Lena una parte clave de la historia digital y otros, un mensaje más a las mujeres de que no pertenecen al mundo de la computación, tradicionalmente reservado a los hombres.

Lo cierto es que la historia de la fotografía fue una antes y después de Lena, y los juicios sobran cuando el objeto de prueba que en ella residió fue plenamente científico, tanto, que su participación en la revista más importante para adultos quedó, literalmente, en un “segundo plano”. 

Con información de playground