Lo creas o no imaginar que comes chocolate, queso o pan, puede ayudarte a reducir los antojos del día, comer menos y vencer la ansiedad; esto según los resultados de una investigación realizada por el profesor Carey Morewedge de la Universidad de Boston, el cual demostró que para librarnos de una obsesión, basta con pensarla mucho.

Al imaginarnos cumpliendo nuestro antojo, generamos la sensación de haber comido y quedar satisfechos. Para demostrarlo, los investigadores realizaron un experimento con un grupo de voluntarios a los que se citó en el Merchant Adventurers Hall de York, Inglaterra.

Se dividió a los voluntarios en dos grupos. El primero debía imaginar que estaban comiendo 30 chocolates, una por una, y tenían que pensar que las masticaban muy lentamente; lo cual les llevaría mucho tiempo; el segundo grupo tenía que hacer lo mismo, pero tenían que imaginar que comían sólo tres piezas.

Al finalizar el estudio, los participantes llenaron un formulario que realmente pasó a segundo término, ya que cerca de la mesa donde llenaban el cuestionario, se encontraba una enorme fuente de chocolate a su disposición.

Los voluntarios no tenían idea de que estaban siendo vigilados. El profesor Morewedge apostó que el grupo al que se le había pedido que imaginara comer muchos chocolates comería menos. Y estaba en lo cierto.

Aquellos que imaginaron comer 30 chocolates comieron un 37 por ciento menos que el grupo que se imaginó comer tres. Así que en lugar de luchar contra el antojo, mejor imagina que lo comes por un rato largo y listo, se te irá el antojo. A esta conducta se le conoce como ?habituación?.

¿Funcionará igual para el tabaco o el alcohol?