Estados Unidos.- Empleados y extrabajadores de American Apparel, acompañados de algunos activistas, realizaron una protesta este 22 de julio frente a la sede de la compañía en Los Angeles en rechazo a recortes en plantilla y cierre de tiendas. 

"No sabemos si un día vamos a llegar y nos van a decir ya no trabajas más para American Apparel. Es un temor. Todos los días venimos con esta preocupación que nos van a despedir como a muchos", manifestó Verónica Estevez, originaria de Puebla, y quien lleva dos años trabajando en la compañía.

Al unísono de "Fuera Paula", Estevez y decenas de sus compañeros pedían la renuncia de Paula Schneider, presidente ejecutiva de la multinacional quien anunció que tendrá que recortar miles de puestos en los próximos meses.

Los manifestantes aseguran que tras la renuncia del fundador y expresidente de la compañía Dov Charney, las condiciones de trabajo han cambiado radicalmente. "No hay trabajo, nos han reducido horas, no estamos ganando como antes", explicó Germán Padilla, un hondureño que lleva 14 años trabajando para la compañía.

"No he recibido un bono de 900 dólares, mientras ella (Paula Schneider) recibió un bono de 350 mil dólares, ella ya pagó su casa y yo no tengo ni para pagar mi renta, eso es algo diferente", agregó.

A principios de mes la empresa notificó la decisión de recortar 30 millones de dólares en los gastos de operación durante los próximo 18 meses. El anuncio revivió el temor de los empleados que ya habían visto como más de 200 trabajadores perdían su empleo en abril pasado.

American Apparel ha estado en el ojo del huracán desde el año pasado, después de las denuncias de acoso sexual contra Charney y que lo obligaron a renunciar.

Desde comienzo de año las ventas se han reducido un 9 por ciento y las acciones han perdido el 70 por ciento de su valor en la bolsa.

El costurero guatemalteco Pascual Mateo opinó que un supuesto regreso de Charney devolvería la prosperidad a la compañía que fue un ejemplo de los negocios manufactureros en Los Ángeles y que apoyó una reforma migratoria con su campaña Legalize LA. "Va a ver más trabajo, yo confío, porque yo ya vi como trabajaba ese patrón, entonces cuando regrese él va a haber mucho trabajo", aseguró.

Hasta el 31 de marzo del 2015 la compañía tenía más de diez mil empleados y 239 tiendas en 20 países. "Aquí trabajamos hispanos, chinos, coreanos, de todas las razas y esto nos afecta prácticamente a todos porque todos los trabajadores somos los que le damos el éxito a través de nuestro trabajo", dijo la mexicana Ana Hernández, quién lleva 6 años trabajando para la compañía.

Con información de EFE