Te has preguntado ¿Cómo un fenómeno de la naturaleza tan frágil, es capaz de dejarte sin palabras? Cada año miles de luciérnagas se refugian en los bosques de Tlaxcala, cuando la temperatura baja, la humedad está presente y el olor a pino perfuma el ambiente. Todo un escenario para recorrer un santuario en donde la cita entre estos maravillosos insectos, es a la luz tenue de sus velas.

Época de verano en México, la lluvia se manifiesta diariamente y gracias a ello, ocurre uno de los fenómenos del mundo animal más impresionantes y delicados en donde tú puedes ser testigo: Un bosque plagado de frágiles luciérnagas que habitan entre la tierra y las hojas que caen de los árboles para guardar celosamente este secreto. 

Nanacamilpa es el afortunado municipio de ser el hogar temporal de estos amigos iluminados, que a decir verdad, son las luciérnagas hembras quienes son capaces de crear este fenómeno de bioluminiscencia en la parte baja de su abdomen. Esto sucede cuando la cantidad de carbón e hidrogeno entran en un proceso de oxidación, le permite generar una luz especial como si se tratara de una lámpara fluorescente 

La hembra llama la atención del macho con destellos de luz amarilla o verde (de manera rítmica o prolongada) invitándolo a seguirle en una danza aérea para después posarse en algunas plantas, el macho le acompaña con un eco de luz a manera de respuesta.

La luciérnaga podrá conversar con varios machos pero únicamente escogerá a uno como su pareja para reproducirse. Lo anterior es más importante que alimentarse ya que sólo cuentan con 21 días de vida, para después darle paso a nuevas generaciones que una vez nacidas, vivirán uno o dos años en estado larval.

Es increíble adentrarse en uno de los tres santuarios en una obscuridad natural del bosque templado, te embarga el miedo a lo desconocido, pero como vas acompañado de los guías y otros viajeros, entonces la recomendación es dejarse llevar por las instrucciones de los anfitriones y caminar por los senderos que te indiquen.

De pronto, conforme cae la noche comienzas a ver destellos de luz que cada vez se hacen más presentes y continuos, ¡Son las luciérnagas que aparecen poco a poco como si se tratara de una alucinación! algunos viajeros se tallan los ojos porque no dan crédito a los destellos.

Conforme avanzas se perciben tan delicadas las hadas bailarinas, siguen su camino frente o junto a ti buscando a su pareja ideal. Viajeros se quedan mudos ante tal espectáculo, otros lanzan un inesperado ¡Wow! quieres voltear a todos lados y que el espectáculo no termine nunca. Son reflejos intermitentes, pero a veces todas iluminan al mismo tiempo, parece que estamos dentro de un árbol navideño.

No sé, no hay video, ni fotografía, ni lienzo, ni palabras que puedan explicar exactamente lo que la madre naturaleza te regala en una noche estrellada en medio del bosque. ¿Qué debemos hacer para agradecer semejante regalo? Simplemente ser cuidadosos de no pisarlas, ni hacer ruido, mucho menos tratar de fotografiarlas o filmarlas, simplemente hay que respetarlas. No hay manera de guardar el testigo, sólo en la memoria y recordarlo con una enorme sonrisa para toda la vida. 

Muchas personas recuerdan con gran entusiasmo su infancia rodeada de la afable naturaleza que ha ido cambiando al paso de los años. Hoy a pesar de ver cada vez menos estos increíbles fenómenos, existe la gran responsabilidad de cuidar nuestros ecosistemas para que nuestros hijos tengan también la oportunidad de sorprenderse con un inesperado ¡Wow!

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