A todo nos ha costado trabajo levantarnos para ir al trabajo, sobre todo si es Lunes. Sin embargo, cuando esta actitud de hartazgo y cansancio es constante, tal vez necesites comenzar a buscar un nuevo trabajo.

Tener frustraciones laborales es algo normal.  Pero a veces estas frustraciones son más constantes y nos irritan al punto de querer abandonar todo en un instante. Si estás sufriendo cualquiera de los siguientes 5 puntos, es posible que sea la hora de volar a otro rumbo.

1. Piensas en trabajo y te enojas al instante

Siempre escucha a su intestino. Si te sientes mareado o con náuseas cuando empiezas a pensar en tener que ir a trabajar, significa que no estás cómodo con lo que haces y que la tensión está próxima a ti.

2. Ya no sonríes en la oficina

Piensa en algo laboral que te haya hecho sonreír últimamente. ¿Fue hace poco? Si tu respuesta es negativa, quiere decir que no estás inspirado. El trabajo no es sólo diversión, pero al menos debes disfrutar de tus compañeros de trabajo y sentir satisfacción con lo que haces.

3. El arte de la procrastinación es tu apoyo constante

Si dejas cosas para ?más tarde? porque realmente no quieres hacerlas y pasas más horas en redes sociales que haciendo tu chamba, ¡Felicidades, estás desencantado!

4. Ya no puedes crecer en esa empresa

A veces nos gusta el ambiente en que trabajamos, pero no hay más espacio para  crecer. Posiblemente consideres que el quitarle el puesto a tu jefe sea el siguiente paso, pero eso no ocurrirá en corto tiempo o bien, tu empresa simplemente no tiene más puestos superiores para ofrecer. De cualquier manera, una vez que has reconocido que no puedes permanecer en el mismo puesto para toda tu vida, la decisión es bastante clara.

5.  No te sientes valorado

No eres solamente un número o un paso en un proceso de negocio, pero a veces a trabajar en empresas o corporativos puede hacer que te sientas así. Si sientes que en tu trabajo no te valoran como persona y nadie se fija en tus logros, es hora de irse. Las empresas a menudo quieren la lealtad de los empleados, pero ellos pocas veces regresan esa lealtad. Mereces sentirte apreciado y valorado como persona y por tu contribución a la empresa donde laboras.