¡Atención hombres! Si buscan hermosas mujeres extranjeras, solteras y dispuestas a enamorarse totalmente de ti, debes viajar a la comunidad brasileña de Noiva do Cordeiro, donde más de 600 mujeres de entre 20 y 35 años están buscando al hombre de su vida. Sí, literalmente de ?su vida?, esto debido a que los galanes deben aceptar todas sus reglas e imposiciones, cuyos objetivos son evitar que un hombre mande en la comunidad.

En esta sociedad la única autoridad poderosa es la de la mujer. Ellas se encargan de la agricultura y el gobierno, vaya, son las jefas de la sociedad.  Fue fundada hace 120 años por Maria Senhorinha de Lima, una mujer expulsada de su comunidad y excomulgada de la Iglesia católica por adulterio, después de que abandonó al marido con quien la habían obligado casarse. Poco a poco, otras mujeres se unieron para vivir con ella.

En 1940 un pastor evangélico, Anísio Pereira, se casó con una joven de la comunidad y llegó a ser la máxima autoridad en ella, imponiendo reglas muy estrictas, como la prohibición de cortarse el cabello, tomar alcohol o usar anticonceptivos. Después de su muerte en 1995, las mujeres de la comunidad decidieron que jamás permitirían que un hombre les dijera qué hacer y, además, rechazaron las normas religiosas "impuestas por hombres".

"Hay muchas cosas que las mujeres hacen mejor que los hombres", explicó una de ellas, Rosale Fernandes, citada por el diario británico Mirror. "Nuestra comunidad es más hermosa, más organizada y más armoniosa que si los hombres estuviesen a cargo", destacó.

¿Cuál sería tu papel en esta comunidad? Los hombres tienen que trabajar fuera de ésta y pueden regresar sólo los fines de semana. Lo mismo pasa con los hijos masculinos cuando alcanzan la edad de 18 años. Los hombres que viven en la comunidad aceptan estas reglas, pero el problema es que todos están ya casados con mujeres de la comunidad o son parientes cercanos.

"Queremos conocer a caballeros que dejen sus propias vidas y vengan para formar parte de las nuestras", explicó otra vecina de la comunidad, Nelma Fernandes. "Pero primero tienen que aceptar hacer lo que nosotras decimos y vivir bajo nuestras reglas", resaltó.

Con información de Vanguardia