México.- Fausto Vallejo, quien se separó de la gubernatura de Michoacán en pleno apogeo de Los Caballeros Templarios, regresó a los reflectores, ello pese a que su hijo está en prisión por presuntos nexos con el crimen organizado.

El exgobernador negó estar enojado con el Partido Revolucionario Institucional, "el que se enoja pierde", declaró en entrevista con el canal 13 de la entidad.

El funcionario dejó el gobierno michoacano en junio del 2014, por motivos médicos y en medio de las acusaciones contra su hijo Rodrigo Vallejo Mora por vínculos con los "Templarios", tras lo cual se le detuvó y fue recluido en un penal federal.

En su reaparición Vallejo solicitó despolitizar el tema de la seguridad e insistió en que la Federación ayude a resolver la crisis financiera de la entidad.

El exmandatario no fue cuestionado sobre su hijo o sobre su estado de salud, ni sobre la salida del que fuera comisionado Alfredo Castillo Cervantes.

Dijo que se ha reuniodo con el coordinador de los diputados federales perredistas, Silvano Aureoles, pero negó que pretenda aliarse con ellos en contra del PRI.

Con información de Reforma