Los Cabos, Baja California Sur.- Las autoridades federales afirmaron el jueves que aplicarán una política de mano dura para detener los saqueos que se han extendido por la península de Baja California, luego de los estragos provocados por el paso del huracán Odile en Baja California Sur.

El Comisionado Nacional de la Policía Federal, Enrique Galindo, señaló que hasta el momento han logrado la detención de siete personas, quienes fueron arrestadas durante la noche del miércoles, por tratar de cometer saqueos, dos de ellas ayudadas con armas de fuego.

Ante la ola de inseguridad generada por el desabasto y la voracidad de otros, residentes de Cabo San Lucas se organizaron en grupos y encendieron grandes fogatas durante la noche para protegerse de los saqueadores, luego de que la destrucción y los ataques a comercios se generalizaron.

?Todo empezó con los saqueos, no habían pasado ni ocho horas del huracán cuando se estaban destrozando tiendas?, comentó un residente de los cabos, añadiendo que "empezaron con tiendas pequeñas y después pasaron a los súper''.

Las autoridades revelaron que en un WalMart, inundado y saqueado hasta la última estantería, alguien pintó sobre una pared: "Viva la delincuencia".

Las autoridades federales redoblaron sus patrullajes durante la noche en la zona turística de Los Cabos, donde los saqueadores vaciaron muchos comercios mientras miles de personas se enfrentaban el jueves a un cuarto día sin agua ni electricidad.

Las autoridades locales de Baja California comenzaron el jueves a evaluar daños y a tratar de restablecer los servicios públicos.

Con información de AP