México.- Nuevamente policías están en el banquillo de los acusados, por aparentemente presionar a un menor de 13 años, mediante amenazas y torturas, para que acusara a su padre de asaltar un negocio, que además es propiedad del suegro del alcalde priista José Marín.

Los hechos ocurrieron el pasado 12 de julio, cuando 5 ó 6 policías, dirigidos por Germán Israel Correa Hernández, director de Seguridad Pública local, persiguieron al menor hasta la casa de su abuela.

Fue alrededor de las 22:00 horas, relató en entrevista con el diario Reforma el niño, de nombre Ignacio, quien indicó que los agentes lo llevaron con lujo de violencia y encapuchado hasta el zoológico de la localidad.

Dijo que en el lugar lo amenazaron con arrojarlo a un estanque de lagartos, le dieron toques eléctricos con un aparato inmovilizador y le propinaron una golpiza.

"Me pusieron una capucha y siguieron pegándome de manotazos, su jefe me amenazaba con tirarme al estanque de los lagartos", recordó .

"Andaba jugando mi balón cuando de repente se me atravesó una camioneta de la que bajaron policías que me persiguieron hasta la casa de mi abuelita, donde me escondí en un ropero.

"Pero hasta ahí llegó el jefe de ellos (a quien identificó como Correa Hernández) a sacarme", relató.

El corresponsal Carlos Marí señala en su nota que alrededor de la medianoche, los agentes recibieron la orden de liberar al menor.

"Cuando recibieron el aviso de que me soltaran y me llevaran a la casa, lo que hicieron fue aventarme de la camioneta en otro lugar", dijo.

En tanto la madre del menor ha denunciado los hechos ante la Procuraduría estatal, pero hasta la fecha, ninguno de los testigos ha sido llamado a declarar ni ha habido avances en la investigación.

"Me llevaron al Parqueológico, donde hay lagartos, y ahí es dónde me preguntaban a gritos que dónde estaba mi papá”, dice el niño, quien a 10 días de que ocurrieron se dice convencido que su padre Ignacio Morales Ramírez, de oficio de albañil, no es delincuente.