Lucila Mariscal continúa como actriz, pero sus prioridades han cambiado, ya que en la actualidad se dedica a explorar su lado espiritual conectado con la naturaleza.
“Medito, llevo una vida muy sana y me voy a dormir a Tipi que está en un lugar llamado Amatlán, Morelos. Ahí estás en contacto total con la naturaleza, no hay energía eléctrica, toda es de la tierra y es fuertísima”.
Mariscal ha tenido una vida difícil, desde la desaparición de su hijo y ahora decidió estar en la búsqueda permanente de Dios y del perdón.
“Dios está en la quietud, en la paz y en la naturaleza, no en el tráfico, no en la violencia. Ahora estoy acercándome a su fuerza, a su energía, para ser protegida y aprender a proteger a los demás”.
Con información de LMShow.