Desde julio de 2015, a Katy Perry se le antojó comprar un convento pero la adquisición se obstaculizó porque dos monjas querían que la empresaria Diana Hollister fuera la próxima dueña. 

No obstante, Stephanie M. Bowick, la juez de la Corte Suprema de Los Ángeles, determinó que las monjas (Rita Callahan y Catherine Rose Holzman) no tienen autoridad para vender el convento del Inmaculado Corazón de María ubicado en Los Ángeles. 

Lo anterior con base a que la archidiócesis dijo que la cantante ofreció 14,5 millones de dólares en un sola transacción, mientras que Diana Hollister abonó 100 mil dólares de los 15,5 millones que acordó, de los cuales serían 10 millones en efectivo y una propiedad de 5,5 millones. 

Ahora, Katy debe recurrir al banco y hacer la transacción, aún cuando las monjas amenazan con seguir dando batalla. 

Con información de El Sol de México