Regresan al cine los personajes eróticos peor escritos del nuevo milenio. Recordemos que su creadora originalmente quería hacer fan fiction de Twilight y salió esta aberración. 

En la pasada entrega hicieron una cinta tan estúpidamente limpia -para ser erótica- que parecía el trailer de una película de media noche de un canal básico de cable; esta vez Christian Grey y Anastasia Steele se empeñan en hacer algo aun más estúpido para este 14 de febrero. Verdaderamente la carencia de una premisa legible es extremadamente notable.

Ana ahora es una mujer libre y madura -a diferencia de la primera entrega-, actualmente está asistiendo una pasantía en una revista donde su sexy jefe la acosa sin control, de pronto pasó a ser el deseo sexual de algunos. Ella sufre pero disfruta ser el centro de atención. La "sorpresa" llega al saber que el señor Grey la quiere de regreso, pero con sus limitantes. Spoiler Alert: ella no puede tocar sus pezones- y eso es todo....

Sinceramente... esta es la secuela más estúpida que ha llegado a pantallas desde “Ace ventura JR: Detective de mascotas”. Su director James Foley, conocido por excelente  trabajo en “Glengarry Glen Ross” escrita por el genial David Mamet, pasa a ser un director de escenas eróticas tan pobremente armadas. 

La adaptación a esta novela es muy similar al diálogo de un sobrino sobre quién rompió la ventana de la casa: sin fundamentos y sin lógica. Niall Leonard hace un trabajo pobre y con diálogos tan limitados como la mente de sus personajes. La más triste adaptación al cine desde “los 4 fantásticos” de Roger Corman. Leonard no tiene perdón por su guión así como Dakota Johnson y Jamie Dornan por subirse a este tren sin retorno al olvido actoral.

50 sombras más oscuras debe ser olvidada tal como el sentido del buen gusto dentro de la película, con sus escenas eróticas mal logradas y un guión que no deja de sorprender por su pobreza y su reducido acervo oral. 

Evita. POR FAVOR, ver este intento de shock erótico que queda como burla.