Han pasado veinte años desde la terrible invasión alienígena a la tierra. La humanidad en este tiempo ha buscado mejorar sus defensas contra una nueva invasión, pero da la impresión que nunca es suficiente cuando el cielo de nuevo es nublado por una visita ahora más grande. Es trabajo de nuevos héroes rescatar a nuestro planeta.

Roland Emmerich, después de su cinta de mediano presupuesto “Stonewall”, regresa al universo de los blockbusters donde explosiones, persecuciones y diálogos medianamente escritos son reyes de la taquilla. Retoma dos décadas después la historia que le colgó la etiqueta "el rey del cine palomero".  

Emmerich pone a nueve personas a escribir esta nueva historia  -la primera entrega fue escrita por dos- y pareciera que esta vez los guionistas se turnaron por cada diez hojas. El filme tiene nuevos subtramas y personajes, pero todo se traduce a un desfile de confusión. 

Este verano se ha visto plagado por cintas de nostalgia que no han sido bien recibidas por el total de la audiencia, los chicos nacidos en los 80 y 90's quieren seguir adelante con sus vidas, pero Hollywood no.

"Día de la independencia: contraataque" retoma a casi todo su elenco original -menos Will Smith-. Bill Pullman vuelve como el expresidente Whitmore que ahora parece tiene poderes de pitoniso; Jeff Goldblum de igual manera reencarna a su adorable científico David Levinson pero con mucho menos tiempo en pantalla y eso, por supuesto, es una lastima. Además, el extraño retorno del Dr. Brackish Okun, que en la primera película lo dimos por muerto pero que aparentemente solo cayó en un coma -como telenovela de canal abierto-. 

En esta nueva entrega también nos presentan una proto-versión de Top Gun con los actores: Liam Hemsworth y Jessie T. Usher que personifican a dos jóvenes pilotos con alto espíritu competitivo, el segundo solo para honrar la muy poco justificada muerte del personaje que dio vida Will Smith -ahora en Hollywood, el pedir más dinero por hacer películas significa que maten a tu personaje-. 

Esta subtrama es donde la estructura de la cinta toma su peor golpe. Los personajes, sin mucho desarrollo, se lanzan a la aventura -sin spoilers- sin relevancia significativa.

La primera parte de esta franquicia en desarrollo ha sido calificada como mala, pero era tan mala que se considera buena, esta segunda parte, sin embargo, la podemos considerar como una entrega tibia, ni es buena ni es mala, eso es quizá lo peor que le puede pasar a una historia de estas dimensiones.

Conclusión: si usted disfruta de las películas sin mucho por qué existir y solo quiere entrar a un cine para cubrirse de la lluvia, esta es tu película.