Después de que el histórico Estadio Maracaná fuera totalmente remodelado para el Mundial de Futbol en 2014 y fuera sede de los últimos Juegos Olímpicos en Río 2016, con un elevado costo de aproximadamente 372 millones de dólares, el estadio situado en Rio de Janeiro hoy se encuentra abandonado y sus instalaciones se encuentran en muy mal estado. 

Se supone que desde el 30 de octubre pasado, el mantenimiento del estadio corre a cargo del concesionario privado Maracaná SA, quien se lo cedió durante ocho meses al Comité Organizador de los Juegos Olímpicos. 

Dicha empresa, controlada por el gigante de la construcción, Odebrecht, explicó mediante un comunicado que no ha retomado la posesión del estadio y responsabiliza al Comité de Río 2016 de no devolver el inmueble en las condiciones en que las recibió. 

Por su parte, Mario Andrada, Director de comunicaciones de Río 2016, admitió que el estadio necesita algunas refacciones menores, pero que tiene hasta finales de enero para llevarlas a cabo. 

El viernes pasado, una orden judicial obligó a Marcaná SA a reanudar de inmediato las funciones de mantenimiento del estadio, sin embargo, la empresa anunció que apelará el fallo. 

El Estadio Maracaná fue sede de importantes eventos como el Mundial de Futbol en 1952 y 2014 y la apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de Río 2016. 

Con información de Globedia