Esta vez no les contaré una historia común y corriente, está vez hablaremos de un aficionado de esos que se están extinguiendo, los que sienten los colores de su equipo y lo apoyan en todo momento, los que 'mueren' por conocer a sus ídolos.

Él es Benjamín, un muchacho que llegó tarde a la firma de autógrafos patrocinada por la Selección Mexicana en la que se encontraban jugadores de las Águilas del América, entre ellos, Paul Nicolas Aguilar, su más grande ídolo.

En uno de los filtros de seguridad de la tienda deportiva en donde se llevó acabo el evento, a Benjamin le fue negado el acceso a la fila en donde se formaron cientos de aficionados para poder llevarse un autógrafo y una foto con los futbolistas, situación que entristeció al chico quien rompió en llanto al ver frustrado uno de los mejores momentos de su vida.

Después de una larga espera, los jugadores se dieron cuenta de que aquel muchacho estaba llorando y preguntaron el por qué. Al enterarse de la situación, Paul Aguilar, pidió que le permitieran subir y poder cumplir su sueño, llevarse el autógrafo de los futbolistas, pero sobre todo el de su más grande ídolo.

Al final, Benjamín pudo cumplir su sueño y el llanto nuevamente apareció, sin embargo, ahora era de felicidad, pues había logrado lo que tanto anhelaba. 

No cabe duda que al final los futbolistas, que a través de la televisión se ven como las grandes estrellas inalcanzables, también son seres humanos que tienen valores y sentimientos y hoy, lo demostraron Paul Aguilar, Moisés Muñoz y Javier Güémez, jugadores de las Águilas del América.