La final de la Copa del Rey disputada este sábado por el FC Barcelona y el Athletic Club de Bilbao en el Camp Nou vivió uno de sus momentos más controvertidos en los minutos previos al choque con la fuerte silbatina por parte de la afición en el momento en el que sonaron los acordes del himno español.

El Rey Felipe VI salió al palco presidencial del coliseo barcelonista y la Marcha Real sonó por megafonía mientras los futbolistas de uno y otro equipo formaban alineados en torno al trío arbitral.

Entonces, los hinchas de uno y otro conjunto (Catalanes y Vascos) decidieron llevar a cabo su protesta contra el Estado español atronando en el Camp Nou con su pitada, para la cual se habían repartido a las afueras del estadio 10.000 silbatos de manera gratuita.

La pitada repite las acontecidas en las anteriores finales entre ambos conjuntos, en 2009 y 2012, donde ya hubo pitadas semejantes, entonces dirigidas al anterior Rey, Juan Carlos I.