La discriminación, la desigualdad y la violencia son una realidad que afecta a millones de mujeres. De acuerdo con el documento ?Las mujeres en el mundo??el sexto de este tipo elaborado por la ONU?más de un tercio de las mujeres han sido víctima de violencia física o sexual en algún momento de sus vidas.

Para el caso de México, de acuerdo con cifras del INEGI, la violencia de género puede ser mayor: 45% de las mujeres ha sufrido algún episodio de maltrato o agresión en el transcurso de su vida conyugal; estamos hablando de más de 11 millones de mexicanas. En tanto, 16% ha sufrido violencia extrema, lo cual implica golpes, intento de feminicidio, violación o despojo de dinero o bienes.

Esta situación tiene diversas expresiones sociales, todas ellas dolorosas, que en muchas ocasiones derivan en actos delictivos, tales como trabajo, matrimonio o mendicidad forzosos;explotación sexual;esclavitud; y tráfico y experimentación con órganos.

Uno de los espacios básicos que debemos trabajar para combatir y prevenir esta problemática es el ámbito laboral. El estudio de la ONU ya citado muestra que para América Latina y el Caribe, 13% de los hombres no tenía acceso a ingresos personales, en comparación con 29% de las mujeres.

En esta región, el trabajo precario femenino es más acentuado: 59% de los empleos de las mujeres son informales; en tanto 15% de la mano de obra femenina se dedica al trabajo doméstico, el cual generalmente también es informal y no estáprotegido por la legislación laboral.

A nivel nacional, según datos del INEGI, 23% de las mujeres de 15 años y más deedad ocupadas, han padecido algún tipo de violencia en su trabajo, para el DF esta cifra es de 16%. Del total de mujeres violentadas en el trabajo a nivel nacional, 91% sufrieron discriminación, expresado en menores oportunidades detrabajo, salario, promociones y prestaciones. En tanto, 19% padecieron algún tipo de acoso, tales como humillaciones y agresiones verbales, físicas y sexuales.

Este tipo de violencia causa serios trastornos en el desarrollo profesional ypersonal de la afectada; es un atentado contra los derechos humanos que se traduce para la víctima en baja autoestima, mala salud y el deterioro de sus oportunidades de desarrollo.

Frente a este panorama, las leyes y las políticas públicas pueden y deben ser palancas decisivas para la integración plena de las mujeres en condiciones de igualdad, protección y fomento que atiendan de manera oportuna sus condiciones específicas del sector femenino.

En México hemos tenido avances notables, en materia de igualdad de acceso para la matrícula escolar y las oportunidades de empleo. Sin embargo, como lo muestran las cifras ya descritas, la desigualdad y la violencia laboral siguen siendo una realidad para millones de mexicanas.

Para tener un mayor conocimiento sobre esta problemática, así como para poner en marcha acciones más efectivas, voy a proponer que la ALDF envíe un exhorto a la Secretaría del Trabajo del DF, a fin de instrumentar un protocolo que elimine en los espacios laborales, las conductas de hostigamiento y acoso sexual o laboral; y que con ello se pueda operar un modelo de prevención y atención integral que prevenga y sancione dichas conductas.

Es una propuesta dirigida a aterrizar, en los hechos, el marco de protección que hemos construido a favor de las mujeres e impactar de manera positiva en un sector estratégico. Mujeres sin discriminación y sin acoso laboral permitirán abrir mejores oportunidades para todas las familias mexicanas.Podemos hacerlo y hacerlo bien.

[1]DuniaLudlow es Diputada en la Asamblea Legislativa del DF. Es Maestra en Gobierno y Administración Pública por la Universidad Complutense de Madrid, España.