Nuestro querido jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, es un político o “gobernador” que piensa mucho en nosotros, tanto así, que antes de irse de vacaciones nos dejó un regalo que nos sabe a miércoles aunque entró en vigor este martes. Y no sólo él pensó en nosotros, también las almas piadosas de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, pues nos regaló un aumento de tres pesos más. Empecemos con lo último.

¿Para qué nos alcanza tres pesos, para un viaje en la línea dorada, para dos huevos, un kilo de tortillas o para pagar el aumento de las multas de tránsito?

Miguel Ángel Mancera justifica el aumento de las multas y el endurecimiento de las normas de tránsito porque se preocupa por nuestras vidas. ¿Realmente se preocupa por nosotros o sólo quiere devorar el dinero de los capitalinos?

Este nuevo “reglamento de tránsito” parece más bien la guía práctica para el cobro de mordidas y extorsiones. Ya veo a los policías queriendo combatir a los malvados infractores que a los delincuentes de delitos de alto impacto.

Entre los más afectados son los motociclistas porque aparte de todas las condiciones que tiene un auto se suman las de ser un vehículo de dos ruedas cuando es un conductor potencialmente vulnerable y ni siquiera fomentan sus derechos cuando ellos aumentan la movilidad y contribuyen al medio ambiente a diferencia de un auto.

Mire, considero muy bien que se pongan en ciertas partes las cámaras infractoras pero con multas realmente considerables o una infracción de conducta vial o servicio comunitario. Porque con esos costos realmente no se soluciona nada, porque ni las carreteras federales que tiene las multas más altas se salva de los peores accidentes y tienen los índices más altos. Los autos tendrán que frenar demasiado brusco provocando un embotellamiento con el temor de no ser multados.

¿Los autos del Estado Mayor Presidencial que van a más de 100 km/h  serán multados?

Es un reglamento hecho con las patas, porque ni en España y ni en Suecia existe un reglamento tan amordazador además de que en esos países aplican una legislación para determinar las obligaciones de los peatones y ciclistas, porque si realmente estamos preocupados por la vida de nuestros semejantes deberíamos ir pensando en que los ciclistas deben usar casco para reducir hasta un 40% los accidentes fatales y banquetas realmente amplias porque esas banquetitas no sirven para nada y la gente prefiere usar la calle como banqueta.

No solamente se debe de pedir sino exigir la participación ciudadana para el reglamento de tránsito. Lo que hace falta es más cultura y educación de civilidad y tránsito, no más multas que potencien la corrupción, la extorsión y el desprecio por vivir en esta ciudad.

Así que MAM ni pienses en el 2018, porque te vas a llevar una desilusión por sólo vivir en tu mundo fantástico en donde nada pasa, en donde sólo son hechos focalizados. Te deseo feliz navidad.

Dato curioso: Los autos estacionados en la plancha del Zócalo durante el Informe de Gobierno no recibieron ninguna multa o la aplicación de sanciones.