Querido lector, este día les hablaré y mostraré algo que pueda parecerles muy burdo. Pero sé que para la mayoría será muy sorprendente.

 

Les platicaré un poco de esas personas que buscan la perfección depilando, rasurando, arruinando o eliminando el vello del arco superior al ojo, osease la cejas. ¿Por qué rasurarse la ceja? Habiendo tanta cosa moderna para la depilación, pinzas, cera, láser, hilos, cremas, diseño de ceja, tatuaje de ceja profesional, etc.  

 

Según mi investigación, una persona que se depila la ceja por primera vez, decide seguir haciéndolo cada vez más y más y más, en mayor cantidad y cada vez con más frecuencia. Es parecido a una obsesión, y ahí van, depilando una y otra y otra, hasta quedarse con una línea pequeña. Después deciden pintarla con delineador (como parte obligatoria de su maquillaje). Estás personas se distinguen por cargar entre sus pertenencias las típicas pincitas para depilar.

 

Ahora, en el caso de los varones. Ningún hombre, bajo ninguna circunstancia, se le podría ver bien la ceja rasurada. La ceja es parte de la masculinidad, facción grotesca del hombre, qué se yo.

 

No olvidemos a los famosos “chakas” con la ceja delgada, vilmente rasurada. Al parecer ellos impusieron esta desagradable moda en los hombres. No entiendo qué tipo de belleza buscan al hacer esto.

 

Ultimadamente todos podemos hacer con nuestras cejas lo que queramos, pero sin caer en la ridiculez, pienso yo.

 

Como dice el dicho “Entre más rasurada tenga la ceja… más naca es la vieja”.

 

Adelante con las imágenes.